“ [A pesar de aquello, él dijo:] “Ahora deja que suceda lo que suceda, déjame correr”. De modo que le dijo: “¡Corre!”. Y Ahimáaz echó a correr por el camino del Distrito, y con el tiempo pasó y dejó atrás al cusita.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)