“ Por fin Ahimáaz gritó y dijo al rey: “¡Bien va!”. Con eso se inclinó ante el rey rostro a tierra. Y siguió diciendo: “¡Bendito sea Jehová tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron la mano contra mi señor el rey!”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)