2 SAMUEL 19:38 Contexto

Tengo ochenta años de edad hoy. ¿Pudiera yo discernir entre lo bueno y lo malo, o pudiera tu siervo gustar lo que comiera o lo que bebiera, o pudiera escuchar ya la voz de cantores y cantoras? ¿Por qué, pues, debe hacerse tu siervo una carga ya a mi señor el rey? Porque solo por corta distancia tu siervo pudo acompañar al rey hasta el Jordán, ¿y por qué debe pagarme el rey con este galardón? Deja que tu siervo se vuelva, por favor, y déjame morir en mi ciudad, cerca de la sepultura de mi padre y mi madre. Pero aquí está tu siervo Kimham. Que él cruce con mi señor el rey; y hazle lo que sea bueno a tus ojos”. En conformidad, el rey dijo: “Conmigo cruzará Kimham, y yo mismo le haré lo que sea bueno a tus ojos; y todo lo que escojas [imponer] sobre mí te lo haré”. Toda la gente entonces empezó a cruzar el Jordán, y el rey mismo cruzó; pero el rey besó a Barzilai y lo bendijo, después de lo cual él se volvió a su lugar. Cuando el rey pasó al otro lado a Guilgal, Kimham mismo cruzó con él, y también toda la gente de Judá, y también la mitad de la gente de Israel, para acompañar al rey en el cruce. Y, ¡mire!, todos los hombres de Israel venían al rey, y procedieron a decir al rey: “¿Por qué te hurtaron nuestros hermanos, los hombres de Judá, para hacer ellos que el rey y su casa y todos los hombres de David con él pasaran el Jordán?”.

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Referencia Cruzada de 2 SAMUEL 19:38