“ Por fin Joab entró a donde el rey en la casa y dijo: “Tú has avergonzado hoy el rostro de todos tus siervos, los que proveyeron escape para tu alma hoy y para el alma de tus hijos y tus hijas y para el alma de tus esposas y para el alma de tus concubinas,
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)