“ En seguida la mujer fue en su sabiduría a todo el pueblo, y procedieron a cortarle la cabeza a Seba hijo de Bicrí y a arrojársela a Joab. Por lo tanto él tocó el cuerno, y así se esparcieron de la ciudad, cada uno a su hogar; y Joab mismo regresó a Jerusalén, al rey.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)