“ Sin embargo, Rizpá hija de Ayá tomó tela de saco y la extendió para sí sobre la roca desde el comienzo de la siega hasta que el agua llovió a cántaros sobre ellos desde los cielos; y no permitió que las aves de los cielos se posaran sobre ellos de día ni las fieras del campo de noche.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)