“ Ante esto, los tres hombres poderosos se abrieron paso por fuerza en el campamento de los filisteos y sacaron agua de la cisterna de Belén que está a la puerta, y vinieron llevándola y trayéndosela a David; y él no consintió en beberla, sino que se la derramó a Jehová.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)