“ En aquel momento la palabra misma se cumplió en Nabucodonosor, y de entre la humanidad fue echado, y empezó a comer vegetación tal como los toros, y con el rocío de los cielos su propio cuerpo se mojaba, hasta que su cabello mismo le creció largo como [plumas] de águilas, y sus uñas como [garras] de pájaros.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)