“ Y llegué a oír a cierto santo hablando, y otro santo procedió a decir a aquel que estaba hablando: “¿Cuánto durará la visión del [rasgo] constante y de la transgresión que causa desolación, para hacer tanto [del] lugar santo como [del] ejército cosas para hollar?”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)