“ y para que no alces tus ojos a los cielos y de hecho veas el sol y la luna y las estrellas, todo el ejército de los cielos, y realmente te dejes seducir y te inclines ante ellos y les sirvas, los cuales Jehová tu Dios ha repartido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)