“ Y que haya un poner del ropaje y del caballo a cargo de uno de los príncipes nobles del rey; y tienen que vestir al hombre en cuya honra el rey mismo se ha deleitado, y tienen que hacer que vaya montado sobre el caballo en la plaza pública de la ciudad, y tienen que proclamar delante de él: ‘Así se le hace al hombre en cuya honra el rey mismo se ha deleitado’”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)