EXODO 10:22 Contexto

Entonces Jehová hizo un cambio a un viento muy fuerte del oeste, y este se llevó las langostas y las precipitó en el mar Rojo. No se dejó que quedara ni una sola langosta en todo el territorio de Egipto. No obstante, Jehová dejó que el corazón de Faraón se hiciera obstinado, y él no envió a los hijos de Israel. Entonces Jehová dijo a Moisés: “Extiende tu mano hacia los cielos, para que ocurra oscuridad sobre la tierra de Egipto, y la oscuridad pueda palparse”. Inmediatamente extendió Moisés su mano hacia los cielos, y empezó a acaecer una oscuridad tenebrosa en toda la tierra de Egipto por tres días. No se vieron unos a otros, y ninguno de ellos se levantó de su propio lugar por tres días; pero para todos los hijos de Israel resultó que hubo luz en sus moradas. Después de eso llamó Faraón a Moisés y dijo: “Vayan, sirvan a Jehová. Solo sus ovejas y su ganado vacuno serán detenidos. Sus pequeñuelos también pueden ir con ustedes”. Pero dijo Moisés: “Tú mismo también darás en nuestras manos sacrificios y ofrendas quemadas, puesto que tenemos que ofrecerlos a Jehová nuestro Dios.

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Referencia Cruzada de EXODO 10:22