“ De modo que, hablando con denuedo, Pablo y Bernabé dijeron: “Era necesario que la palabra de Dios se les hablara primero a ustedes. Puesto que la están echando de ustedes y no se juzgan dignos de vida eterna, ¡miren!, nos volvemos a las naciones.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)