“ Por fin, cuando el registrador de la ciudad hubo aquietado a la muchedumbre, dijo: “Varones de Éfeso, ¿quién verdaderamente hay de la humanidad que no sepa que la ciudad de los efesios es la guardiana del templo de la gran Ártemis y de la imagen que cayó del cielo?
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)