HECHOS 20:12 Contexto

Sentado a la ventana, cierto joven de nombre Eutico se abismó en profundo sueño mientras Pablo seguía hablando, y, desplomándose en el sueño, cayó desde el tercer piso abajo, y lo alzaron muerto. Pero Pablo bajó, se echó sobre él y lo abrazó, y dijo: “Dejen de hacer estruendo, porque su alma está en él”. Entonces subió y empezó la comida y tomó alimento, y después de conversar por largo tiempo, hasta el amanecer, por fin partió. De modo que se llevaron al muchacho vivo y quedaron inconmensurablemente consolados. Nosotros entonces seguimos adelante al barco y nos hicimos a la vela para Asón, donde nos proponíamos tomar a bordo a Pablo, pues, después de dar instrucciones de que así se hiciera, él mismo se proponía ir a pie. Por lo tanto, cuando nos alcanzó en Asón, lo tomamos a bordo y fuimos a Mitilene; y, haciéndonos a la vela desde allí al día siguiente, llegamos hasta el lugar opuesto a Quíos, pero al otro día tocamos en Samos, y al día siguiente arribamos a Mileto.

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