“ Sin embargo, tres días después él convocó a los que eran los hombres prominentes de los judíos. Cuando se hubieron congregado, procedió a decirles: “Varones, hermanos, sin haber hecho yo nada contrario al pueblo, ni contrario a las costumbres de nuestros antepasados, desde Jerusalén fui entregado como preso en manos de los romanos.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)