HECHOS 9:20 Contexto

De modo que Ananías se fue, y entró en la casa, y puso las manos sobre él y dijo: “Saulo, hermano, el Señor, el Jesús que se te apareció en el camino por el cual venías, me ha enviado, para que recobres la vista y seas lleno de espíritu santo”. E inmediatamente cayó de los ojos de él lo que se parecía a escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado, y tomó alimento y cobró fuerza. Estuvo por algunos días con los discípulos que había en Damasco, e inmediatamente en las sinagogas se puso a predicar a Jesús, que Este es el Hijo de Dios. Pero todos los que le oían quedaban pasmados y decían: “¿No es este el hombre que en Jerusalén asolaba a los que invocan este nombre, y que había venido acá con ese mismo propósito, para conducirlos atados a los sacerdotes principales?”. Pero Saulo siguió adquiriendo tanto más poder, y confundía a los judíos que moraban en Damasco al probar lógicamente que este es el Cristo. Entonces, cuando se cumplía una buena cantidad de días, los judíos entraron en consejo para eliminarlo.

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