JOB 1:3 Contexto

Sucedió que en la tierra de Uz hubo un hombre cuyo nombre era Job; y aquel hombre resultó sin culpa y recto, y temeroso de Dios y apartado del mal. Y llegaron a nacerle siete hijos y tres hijas. Y su ganado llegó a ser siete mil ovejas y tres mil camellos y quinientas yuntas de reses vacunas y quinientas asnas, junto con una servidumbre muy grande; y aquel hombre llegó a ser el más grande de todos los orientales. Y sus hijos iban y celebraban un banquete en la casa de cada uno en su propio día; y mandaban a invitar a sus tres hermanas a comer y beber con ellos. Y ocurría que, cuando los días de banquetear habían hecho el circuito completo, Job enviaba y los santificaba; y se levantaba muy de mañana y ofrecía sacrificios quemados conforme al número de todos ellos; porque, decía Job, “quizás mis hijos hayan pecado y hayan maldecido a Dios en su corazón”. Así hacía Job siempre. Ahora bien, llegó a ser el día en que los hijos del Dios [verdadero] entraban para tomar su puesto delante de Jehová, y hasta Satanás procedió a entrar allí mismo entre ellos.

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Referencia Cruzada de JOB 1:3