JOB 4:7
“ Recuerda, por favor: ¿Quién que sea inocente ha perecido jamás? ¿Y dónde jamás han sido raídos los rectos?
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)
JOB 4:7 Contexto
Al que tropezaba, tus palabras lo levantaban; y las rodillas que se doblaban las hacías firmes.
Pero esta vez te viene a ti, y te fatigas; te toca aun a ti, y te perturbas.
¿No es tu reverencia [la base de] tu confianza? ¿No es tu esperanza aun la integridad de tus caminos?
Recuerda, por favor: ¿Quién que sea inocente ha perecido jamás? ¿Y dónde jamás han sido raídos los rectos?
Conforme a lo que yo he visto, los que idean lo que es perjudicial y los que siembran la desgracia, ellos mismos la siegan.
Mediante el aliento de Dios perecen, y mediante el espíritu de su cólera se acaban.
Hay el rugido de un león, y la voz de un león joven, pero los dientes de los leoncillos crinados sí llegan a ser quebrantados.
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