“ ”Cíñanse, y golpéense los pechos, sacerdotes. Aúllen, ministros de[l] altar. Entren, pasen la noche en tela de saco, ministros de mi Dios; porque de la casa de su Dios han sido retenidas la ofrenda de grano y la libación.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)