JONAS 1:8 Contexto

Y los marineros empezaron a temer y a clamar por socorro, cada uno a su dios. Y siguieron arrojando al mar los objetos que había en la nave, para aligerar[la] de ellos. Pero Jonás mismo había bajado a las partes más recónditas de aquel barco de cubierta, y procedió a acostarse y a quedar profundamente dormido. Al fin el capitán de la nave se le acercó y le dijo: “¿Qué te pasa, dormilón? ¡Levántate, clama a tu dios! Quizás el Dios [verdadero] muestre que le importamos, y no perezcamos”. Y empezaron a decirse unos a otros: “Vengan, y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién tenemos esta calamidad”. Y siguieron echando suertes, y finalmente la suerte cayó sobre Jonás. De modo que le dijeron: “Dinos, sí, por favor, ¿por causa de quién tenemos esta calamidad? ¿Cuál es tu trabajo, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu país, y de qué pueblo eres?”. Ante aquello, él les dijo: “Soy hebreo, y temo a Jehová el Dios de los cielos, Aquel que hizo el mar y la tierra seca”. Y los hombres empezaron a temer en gran manera, y pasaron a decirle: “¿Qué es esto que has hecho?”. Porque los hombres habían llegado a saber que era de delante de Jehová de donde él huía, porque les había dicho esto. Finalmente le dijeron: “¿Qué debemos hacerte, para que el mar se nos aquiete?”. Porque continuamente el mar se hacía más tempestuoso.

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Referencia Cruzada de JONAS 1:8