1 Entonces Jonás oró a Jehová su Dios desde las entrañas del pez
2 y dijo: “Desde mi angustia clamé a Jehová, y él procedió a responderme. Desde el vientre del Seol grité por ayuda. Oíste mi voz.
3 Cuando me lanzaste [a] las profundidades, al corazón del alto mar, entonces un río mismo me rodeó. Todas tus ondas rompientes y tus olas... sobre mí pasaron adelante.
4 Y en cuanto a mí, dije: ‘¡Se me ha expulsado de enfrente de tus ojos! ¿Cómo volveré a contemplar tu santo templo?’.
5 Aguas me rodearon hasta [el] alma misma; la profundidad acuosa misma siguió circundándome. Algas marinas se me envolvieron alrededor de la cabeza.
6 A los fondos de [las] montañas bajé. En cuanto a la tierra, sus barras estaban sobre mí por tiempo indefinido. Pero de[l] hoyo procediste a hacer subir mi vida, oh Jehová mi Dios.
7 Cuando mi alma se desmayaba dentro de mí, Jehová fue Aquel a quien recordé. Entonces mi oración llegó a ti, en tu santo templo.
8 En cuanto a los que observan los ídolos de la falsedad, dejan su propia bondad amorosa.
9 Pero en cuanto a mí, con la voz de acción de gracias ciertamente te haré sacrificio. Lo que he prometido en voto, ciertamente pagaré. La salvación pertenece a Jehová”.
10 Con el tiempo Jehová dio orden al pez, de modo que este vomitó a Jonás en tierra seca.