“ Por fin él le descubrió todo su corazón y le dijo: “Nunca ha venido navaja sobre mi cabeza, porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si de veras fuera afeitado, entonces mi poder ciertamente se apartaría de mí, y realmente me debilitaría y vendría a ser como todos los demás hombres”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)