“ Y el sacerdote tiene que poner parte de la sangre sobre los cuernos del altar de incienso perfumado delante de Jehová —[altar] que está en la tienda de reunión—, y todo el resto de la sangre del toro la derramará a la base del altar de la ofrenda quemada, que está a la entrada de la tienda de reunión.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)