NUMEROS 16:38 Contexto

Y un fuego salió de Jehová y procedió a consumir a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso. Jehová habló ahora a Moisés, y dijo: “Di a Eleazar hijo de Aarón el sacerdote que recoja los braserillos de dentro del incendio: ‘Y esparce allá el fuego; porque son santos, sí, los braserillos de estos hombres que pecaron contra sus propias almas. Y tienen que hacer de ellos láminas delgadas como un revestimiento para el altar, porque los presentaron delante de Jehová, de modo que quedaron santificados; y deben servir de señal a los hijos de Israel’”. Por consiguiente, Eleazar el sacerdote tomó los braserillos de cobre, que habían presentado los que habían sido quemados, y se pusieron a batirlos para hacer de ellos un revestimiento para el altar, como memoria para los hijos de Israel, a fin de que ningún hombre extraño que no sea de la prole de Aarón se acerque para hacer humear incienso delante de Jehová, y nadie llegue a ser como Coré y su asamblea, tal como le había hablado Jehová por medio de Moisés. Y precisamente al día siguiente la entera asamblea de los hijos de Israel se puso a murmurar contra Moisés y Aarón, diciendo: “Ustedes han dado muerte al pueblo de Jehová”.

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