NUMEROS 23:5 Contexto

Balac hizo inmediatamente tal como Balaam había hablado. Después de eso Balac y Balaam ofrecieron un toro y un carnero en cada altar. Y Balaam pasó a decir a Balac: “Apóstate junto a tu ofrenda quemada, y déjame ir. Quizás Jehová se ponga en comunicación y salga a mi encuentro. En tal caso, cualquier cosa que me muestre, yo ciertamente te lo informaré”. De modo que se fue a una colina pelada. Cuando Dios se comunicó con Balaam, este entonces le dijo: “Dispuse los siete altares en filas, y procedí a ofrecer un toro y un carnero en cada altar”. Por consiguiente, Jehová puso una palabra en la boca de Balaam y dijo: “Vuelve a Balac, y esto es lo que hablarás”. De modo que volvió a él, y, ¡mire!, él y todos los príncipes de Moab estaban apostados junto a su ofrenda quemada. Entonces dio principio a su expresión proverbial y dijo: “Desde Aram, Balac el rey de Moab trató de conducirme, desde las montañas del este: ‘Dígnate venir, de veras maldíceme a Jacob. Sí, dígnate venir, de veras denuncia a Israel’. ¿Cómo pudiera yo execrar a los que Dios no ha execrado? ¿Y cómo pudiera denunciar a los que Jehová no ha denunciado?

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