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ZACARIAS 1 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 En el octavo mes del año segundo de Darío, vino palabra de Jehová al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:

2 Se enojó Jehová en gran manera contra vuestros padres.

3 Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.

4 No seáis como vuestros padres, a los cuales clamaron los primeros profetas, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras; y no atendieron, ni me escucharon, dice Jehová.

5 Vuestros padres, ¿dónde están? y los profetas, ¿han de vivir para siempre?

6 Pero mis palabras y mis ordenanzas que mandé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso volvieron ellos y dijeron: Como Jehová de los ejércitos pensó tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, así lo hizo con nosotros.

7 A los veinticuatro días del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, vino palabra de Jehová al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:

8 Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos.

9 Entonces dije: ¿Qué son éstos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré lo que son éstos.

10 Y aquel varón que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que Jehová ha enviado a recorrer la tierra.

11 Y ellos hablaron a aquel ángel de Jehová que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta.

12 Respondió el ángel de Jehová y dijo: Oh Jehová de los ejércitos, ¿hasta cuándo no tendrás piedad de Jerusalén, y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años?

13 Y Jehová respondió buenas palabras, palabras consoladoras, al ángel que hablaba conmigo.

14 Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Celé con gran celo a Jerusalén y a Sion.

15 Y estoy muy airado contra las naciones que están reposadas; porque cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal.

16 Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén.

17 Clama aún, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien, y aún consolará Jehová a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén.

18 Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos.

19 Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén.

20 Me mostró luego Jehová cuatro carpinteros.

21 Y yo dije: ¿Qué vienen éstos a hacer? Y me respondió, diciendo: Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; mas éstos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para dispersarla.

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1 En el octavo mes del segundo año de Darío la palabra de Jehová le ocurrió a Zacarías hijo de Berekías hijo de Idó el profeta, y dijo:

2 “Jehová se indignó contra los padres de ustedes... muchísimo.

3 ”Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “‘Vuelvan a mí —es la expresión de Jehová de los ejércitos—, y yo volveré a ustedes’, ha dicho Jehová de los ejércitos”’.

4 ”‘No se hagan como sus padres a quienes los profetas anteriores llamaron, diciendo: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Vuélvanse, por favor, de sus malos caminos y de sus malos tratos’”.’ ”‘Pero ellos no escucharon, y no me prestaron atención’, es la expresión de Jehová.

5 ”‘En cuanto a los padres de ustedes, ¿dónde están? Y en cuanto a los profetas, ¿fue hasta tiempo indefinido hasta cuando continuaron viviendo?

6 No obstante, en lo que respecta a mis palabras y mis disposiciones reglamentarias que mandé a mis siervos, los profetas, ¿no alcanzaron estas a los padres de ustedes?’ De modo que ellos volvieron y dijeron: ‘Según lo que Jehová de los ejércitos tuvo pensado hacernos, según nuestros caminos y según nuestros tratos, así ha hecho con nosotros’”.

7 En el día veinticuatro del mes undécimo, es decir, el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, la palabra de Jehová le ocurrió a Zacarías hijo de Berekías hijo de Idó el profeta, y dijo:

8 “Vi [en] la noche, y, ¡mira!, un hombre montado en un caballo rojo, y estaba parado entre los mirtos que había en el lugar hondo; y detrás de él había caballos rojos, de rojo brillante, y blancos”.

9 Así que dije: “¿Quiénes son estos, mi señor?”. Ante aquello, el ángel que hablaba conmigo me dijo: “Yo mismo te mostraré quiénes son estos mismos”.

10 Entonces el hombre que estaba parado entre los mirtos respondió y dijo: “Estos son aquellos a quienes Jehová ha enviado para que anden por la tierra”.

11 Y ellos procedieron a responder al ángel de Jehová que estaba parado entre los mirtos, y a decir: “Hemos andado por la tierra, y, ¡mira!, la tierra entera está sentada en quietud y no tiene disturbio”.

12 De modo que el ángel de Jehová respondió y dijo: “Oh Jehová de los ejércitos, ¿hasta cuándo no mostrarás tú mismo misericordia a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a las cuales has denunciado estos setenta años?”.

13 Y Jehová procedió a responder al ángel que hablaba conmigo, con palabras buenas, palabras consoladoras;

14 y el ángel que hablaba conmigo pasó a decirme: “Clama, y di: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “He estado celoso por Jerusalén y por Sión con gran celo.

15 Con gran indignación me siento indignado contra las naciones que están en desahogo; porque yo, por mi parte, me sentí indignado hasta solo un grado pequeño, pero ellas, por su parte, ayudaron hacia la calamidad”’.

16 ”Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘“Ciertamente volveré a Jerusalén con misericordias. Mi propia casa será construida en ella —es la expresión de Jehová de los ejércitos— y un cordel de medir mismo será extendido sobre Jerusalén”’.

17 ”Clama más, y di: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Mis ciudades todavía rebosarán de lo bueno; y Jehová ciertamente todavía sentirá pesar en cuanto a Sión y todavía realmente escogerá a Jerusalén”’”.

18 Y procedí a levantar los ojos y ver; y, ¡mire!, había cuatro cuernos.

19 Así que dije al ángel que hablaba conmigo: “¿Qué son estos?”. A su vez me dijo: “Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, Israel y Jerusalén”.

20 Además, Jehová me mostró cuatro artífices.

21 Ante eso dije: “¿Qué vienen a hacer estos?”. Y él pasó a decir: “Estos son los cuernos que dispersaron a Judá hasta tal grado que ninguno en absoluto levantó su cabeza; y estos otros vendrán para ponerlos a temblar, para echar abajo los cuernos de las naciones que alzan un cuerno contra la tierra de Judá, con el fin de dispersarla”.