< Anterior |
Siguiente > |
1 Los filisteos pelearon contra Israel; y huyeron delante de ellos los israelitas, y cayeron heridos en el monte de Gilboa.
2 Y los filisteos siguieron a Saúl y a sus hijos, y mataron los filisteos a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.
3 Y arreciando la batalla contra Saúl, le alcanzaron los flecheros, y fue herido por los flecheros.
4 Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella.
5 Cuando su escudero vio a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada y se mató.
6 Así murieron Saúl y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.
7 Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huido, y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron sus ciudades y huyeron, y vinieron los filisteos y habitaron en ellas.
8 Sucedió al día siguiente, que al venir los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus hijos tendidos en el monte de Gilboa.
9 Y luego que le despojaron, tomaron su cabeza y sus armas, y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos para dar las nuevas a sus ídolos y al pueblo.
10 Y pusieron sus armas en el templo de sus dioses, y colgaron la cabeza en el templo de Dagón.
11 Y oyendo todos los de Jabes de Galaad lo que los filisteos habían hecho de Saúl,
12 se levantaron todos los hombres valientes, y tomaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos, y los trajeron a Jabes; y enterraron sus huesos debajo de una encina en Jabes, y ayunaron siete días.
13 Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina,
14 y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí.
1 Y los filisteos, por su parte, hicieron guerra contra Israel; y los hombres de Israel echaron a huir de delante de los filisteos y siguieron cayendo muertos en el monte Guilboa.
2 Y los filisteos continuaron siguiendo de cerca a Saúl y sus hijos; y los filisteos lograron derribar a Jonatán y Abinadab y Malki-súa, hijos de Saúl.
3 Y la pelea se hizo reñida contra Saúl; y los que disparaban con el arco por fin lo hallaron, y fue herido por los disparadores.
4 Entonces Saúl dijo a su escudero: “Desenvaina tu espada y atraviésame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y ciertamente me traten abusivamente”. Y su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. De modo que Saúl tomó la espada y cayó sobre ella.
5 Cuando el escudero de Saúl vio que este había muerto, entonces él también cayó sobre la espada y murió.
6 Así Saúl y tres hijos suyos murieron, y todos los de su casa murieron juntos.
7 Cuando todos los hombres de Israel que estaban en la llanura baja vieron que ellos habían huido y que Saúl y sus hijos habían muerto, entonces empezaron a dejar sus ciudades y a huir; después de lo cual los filisteos procedieron a entrar y a morar en ellas.
8 Y al día siguiente aconteció que, cuando vinieron los filisteos para despojar a los que habían sido muertos, llegaron a hallar a Saúl y sus hijos caídos sobre el monte Guilboa.
9 Y procedieron a despojarlo y quitarle la cabeza y su armadura y a enviar a la tierra de los filisteos todo alrededor para informar a sus ídolos y al pueblo.
10 Al fin pusieron su armadura en la casa del dios de ellos, y su cráneo lo fijaron en la casa de Dagón.
11 Y todos los de Jabés de Galaad llegaron a oír todo lo que los filisteos habían hecho a Saúl.
12 De manera que todos los hombres valientes se levantaron y retiraron el cadáver de Saúl y los cadáveres de sus hijos y los llevaron a Jabés y enterraron sus huesos debajo del árbol grande de Jabés; y se dieron al ayuno por siete días.
13 Así murió Saúl por su infidelidad con que había obrado infielmente contra Jehová respecto a la palabra de Jehová que no había guardado, y también por preguntar a una médium espiritista para inquirir.
14 Y no inquirió de Jehová. En consecuencia, él le dio muerte y transfirió la gobernación real a David hijo de Jesé.