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2 CRONICAS 10 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Roboam fue a Siquem, porque en Siquem se había reunido todo Israel para hacerlo rey.

2 Y cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto, adonde había huído a causa del rey Salomón, volvió de Egipto.

3 Y enviaron y le llamaron. Vino, pues, Jeroboam, y todo Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:

4 Tu padre agravó nuestro yugo; ahora alivia algo de la dura servidumbre, y del pesado yugo con que tu padre nos apremió, y te serviremos.

5 Y él les dijo: Volved a mí de aquí a tres días. Y el pueblo se fue .

6 Entonces el rey Roboam tomó consejo con los ancianos, que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?

7 Y ellos le contestaron, diciendo: Si te condujeres humanamente con este pueblo, y les agradares, y les hablares buenas palabras, ellos te servirán siempre.

8 Mas él, dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que estaban a su servicio;

9 Y les dijo: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado, diciendo: Alivia algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?

10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él, le contestaron: Así dirás al pueblo que te ha hablado diciendo, Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminuye nuestra carga: Así les dirás: Mi dedo más pequeño es más grueso que los lomos de mi padre.

11 Así que, si mi padre os cargó de grave yugo, yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones.

12 Vino pues Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día, según el rey les había mandado deciendo: Volved a mí de aquí a tres días.

13 Y les respondió el rey ásperamente; pues dejó el rey Roboam el consejo de los ancianos,

14 Y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, mas yo con escorpiones.

15 Y no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para que Jehová cumpliera la palabra que había hablado por Ahías silonita, a Jeroboam hijo de Nabat.

16 Y viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, cada uno a sus tiendas! ¡David, mira ahora por tu casa! Así se fue todo Israel a sus tiendas.

17 Mas reinó Roboam sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá.

18 Envió luego el rey Roboam a Adoram, que tenía cargo de los tributos; pero le apedrearon los hijos de Israel, y murió. Entonces se apresuró el rey Roboam, y subiendo en su carro huyó a Jerusalén .

19 Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.

  X


1 Y Rehoboam procedió a ir a Siquem, porque fue a Siquem a donde todos los israelitas fueron para hacerlo rey.

2 Y aconteció que tan pronto como Jeroboán hijo de Nebat oyó de ello, mientras todavía estaba en Egipto (porque había huido a causa de Salomón el rey), Jeroboán inmediatamente volvió de Egipto.

3 Por lo tanto mandaron a llamarlo, y Jeroboán y todo Israel vinieron y hablaron a Rehoboam, y dijeron:

4 “Tu padre, por su parte, hizo duro nuestro yugo; y ahora haz más ligero el duro servicio de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros, y te serviremos”.

5 Ante esto, él les dijo: “Dejen que pasen tres días todavía. Entonces vuelvan a mí”. De modo que la gente se fue.

6 Y el rey Rehoboam empezó a aconsejarse con los ancianos que habían estado atendiendo continuamente a Salomón su padre mientras este continuó vivo, y dijo: “¿Cómo aconsejan ustedes que se responda a este pueblo?”.

7 Por consiguiente, ellos le hablaron, y dijeron: “Si le resultaras bueno a este pueblo y realmente fueras complaciente con ellos y verdaderamente les hablaras buenas palabras, entonces ellos ciertamente llegarán a ser tus siervos siempre”.

8 Sin embargo, él dejó el consejo de los ancianos con que le habían aconsejado, y empezó a aconsejarse con los jóvenes que se habían criado con él, quienes eran los que lo atendían.

9 Y pasó a decirles: “¿Qué ofrecen ustedes como consejo para que respondamos a esta gente que me ha hablado, diciendo: ‘Haz más ligero el yugo que tu padre puso sobre nosotros’?”.

10 A su vez, los jóvenes que se habían criado con él hablaron con él y dijeron: “Esto es lo que debes decir a la gente que te ha hablado, y ha dicho: ‘Tu padre, por su parte, hizo pesado nuestro yugo, pero, en cuanto a ti, hazlo más ligero sobre nosotros’; esto es lo que debes decirles: ‘Mi propio meñique ciertamente será más grueso que las caderas de mi padre.

11 Y ahora bien, mi padre, por su parte, cargó sobre ustedes un yugo pesado, pero yo, por mi parte, añadiré al yugo de ustedes. Mi padre, por su parte, los castigó con látigos, pero yo, por mi parte, con azotes [de puntas agudas]’”.

12 Y Jeroboán y toda la gente procedieron a venir a Rehoboam al tercer día, tal como el rey había hablado, al decir: “Vuelvan a mí al tercer día”.

13 Y el rey empezó a contestarles con dureza. Así el rey Rehoboam dejó el consejo de los ancianos,

14 y pasó a hablarles conforme al consejo de los jóvenes, y dijo: “Haré más pesado el yugo de ustedes, y yo, por mi parte, le añadiré a él. Mi padre, por su parte, los castigó con látigos, pero yo, por mi parte, con azotes [de puntas agudas]”.

15 Y el rey no escuchó al pueblo; porque el que los asuntos tomaran otro giro resultó provenir del Dios [verdadero] a fin de que Jehová realizara su palabra que él había hablado por medio de Ahíya el silonita a Jeroboán hijo de Nebat.

16 En cuanto a todo Israel, debido a que el rey no los escuchó, el pueblo ahora respondió al rey y dijo: “¿Qué parte nos corresponde a nosotros en David? Y no hay herencia en el hijo de Jesé. ¡Cada cual a sus dioses, oh Israel! Ahora mira por tu propia casa, oh David”. Con eso, todo Israel empezó a irse a sus tiendas.

17 En cuanto a los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá, Rehoboam continuó reinando sobre ellos.

18 Posteriormente, el rey Rehoboam envió a Hadoram, que estaba sobre los reclutados para trabajo forzado, pero los hijos de Israel lo lapidaron, de modo que murió. Y el rey Rehoboam mismo se las arregló para subir a su carro y huir a Jerusalén.

19 Y los israelitas siguieron su sublevación contra la casa de David hasta el día de hoy.