Biblia Online

La Palabra de Dios preservada y viva

2 CRONICAS 5 Paralela rv60
y tnm

< Anterior

Siguiente >

Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Acabada toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios, en los tesoros de la casa de Dios.

2 Entonces Salomón reunió en Jerusalem a los ancianos de Israel, y todos los príncipes de las tribus, los jefes de las familias de los hijos de Israel, para que trajesen el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, que es Sión.

3 Y se congregaron con el rey todos los varones de Israel, para la fiesta solemne del mes séptimo.

4 Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel, y los Levitas tomaron el arca:

5 Y llevaron el arca, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios del santuario que estaban en el tabernáculo: los sacerdotes y los Levitas los llevaron.

6 Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había reunido con él delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por ser tantos no se pudieron contar ni numerar.

7 Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines:

8 Pues los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y los querubines cubrían por encima así el arca como sus barras.

9 E hicieron salir las barras, de modo que se viesen las cabezas de las barras del arca delante del lugar santísimo, mas no se veían desde fuera: y allí están hasta hoy.

10 En el arca no había más que las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, con las cuales Jehová había hecho pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto.

11 Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, (porque todos los sacerdotes que se hallaron habían sido santificados, y no guardaban sus turnos;

12 y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán, y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas:)

13 Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová: y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová.

14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.

  X


1 Por fin toda la obra que Salomón tenía que hacer para la casa de Jehová quedó completa, y Salomón empezó a introducir las cosas santificadas por David su padre; y la plata y el oro y todos los utensilios los puso en los tesoros de la casa del Dios [verdadero].

2 Fue entonces cuando Salomón procedió a congregar en Jerusalén a los ancianos de Israel y a todos los cabezas de las tribus, los principales de las casas paternas de los hijos de Israel, para subir el arca del pacto de Jehová desde la Ciudad de David, es decir, Sión.

3 De modo que todos los hombres de Israel se congregaron al rey en la fiesta, la del séptimo mes.

4 Por lo tanto vinieron todos los ancianos de Israel, y los levitas empezaron a llevar el Arca.

5 Y vinieron subiendo el Arca y la tienda de reunión y todos los utensilios santos que había en la tienda. Los sacerdotes los levitas los subieron.

6 Y el rey Salomón y toda la asamblea de israelitas que estuvieron guardando su cita con él delante del Arca estaban sacrificando ovejas y reses vacunas que no se pudieron contar ni numerar por su multitud.

7 Entonces los sacerdotes introdujeron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el cuarto más recóndito de la casa, en el Santísimo, debajo de las alas de los querubines.

8 Así los querubines continuamente extendían sus alas sobre el lugar del Arca, de modo que los querubines cubrían desde arriba el Arca y sus varales.

9 Pero los varales eran largos, de modo que las puntas de los varales se podían ver en el Santo enfrente del cuarto más recóndito, pero no se podían ver desde fuera, y continúan allí hasta el día de hoy.

10 No había nada en el Arca excepto las dos tablas que Moisés había dado en Horeb, cuando Jehová pactó con los hijos de Israel mientras iban saliendo de Egipto.

11 Y aconteció cuando los sacerdotes salieron del lugar santo (porque, por su parte, todos los sacerdotes a quienes se pudo hallar se habían santificado... no hubo necesidad de observar las divisiones);

12 y los levitas que eran cantores pertenecientes a todos ellos, a saber, a Asaf, a Hemán, a Jedutún y a sus hijos y a sus hermanos vestidos de tela fina con címbalos y con instrumentos de cuerda y arpas, estuvieron de pie al oriente del altar, y junto con ellos sacerdotes hasta [el número de] ciento veinte tocando las trompetas;

13 y aconteció que tan pronto como los trompeteros y los cantores estuvieron como uno solo en hacer que se oyera un solo sonido en alabar y dar gracias a Jehová, y tan pronto como elevaron el sonido con las trompetas y con los címbalos y con los instrumentos de canto y con alabar a Jehová, “porque él es bueno, porque hasta tiempo indefinido es su bondad amorosa”, la casa misma se llenó de una nube, la mismísima casa de Jehová,

14 y los sacerdotes no pudieron permanecer de pie para ministrar a causa de la nube; pues la gloria de Jehová llenó la casa del Dios [verdadero].