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La Palabra de Dios preservada y viva

DANIEL 2 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño.

2 Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey.

3 Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño.

4 Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para siempre vive; di el sueño a tus siervos, y te mostraremos la interpretación.

5 Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán convertidas en muladares.

6 Y si me mostrareis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí dones y favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación.

7 Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos la interpretación.

8 El rey respondió y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido.

9 Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación.

10 Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo.

11 Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne.

12 Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia.

13 Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos.

14 Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia.

15 Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa de que este edicto se publique de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc hizo saber a Daniel lo que había.

16 Y Daniel entró y pidió al rey que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación al rey.

17 Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros,

18 para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia.

19 Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo.

20 Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría.

21 El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.

22 El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.

23 A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.

24 Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le dijo así: No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y yo le mostraré la interpretación.

25 Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación.

26 Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación?

27 Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey.

28 Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama:

29 Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.

30 Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.

31 Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible.

32 La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce;

33 sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido.

34 Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.

35 Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.

36 Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey.

37 Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad.

38 Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro.

39 Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra.

40 Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo.

41 Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido.

42 Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil.

43 Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.

44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,

45 de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.

46 Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que le ofreciesen presentes e incienso.

47 El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.

48 Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia.

49 Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey.

  X


1 Y en el segundo año de la gobernación real de Nabucodonosor, Nabucodonosor soñó sueños; y su espíritu empezó a sentirse agitado, y su mismo dormir se le hizo algo [que estaba] más allá de él.

2 De modo que el rey dijo que se llamara a los sacerdotes practicantes de magia y a los sortílegos y a los hechiceros y a los caldeos para que ellos informaran al rey los sueños de él. Y ellos procedieron a entrar y a estar de pie delante del rey.

3 Entonces el rey les dijo: “Hay un sueño que he soñado, y mi espíritu está agitado por saber el sueño”.

4 Ante eso, los caldeos hablaron al rey en el lenguaje arameo: “Oh rey, sigue viviendo aun para tiempos indefinidos. Di a tus siervos lo que el sueño es, y mostraremos la interpretación misma”.

5 El rey contestaba y decía a los caldeos: “Por mí se está promulgando la palabra: Si ustedes no me hacen saber el sueño, y su interpretación, desmembrados es lo que serán, y en excusados públicos serán convertidas sus propias casas.

6 Pero si el sueño y su interpretación muestran, dádivas y un regalo y mucha dignidad recibirán de mi parte. Por lo tanto, muéstrenme el sueño mismo y su interpretación”.

7 Ellos respondieron por segunda vez, y decían: “Que el rey diga lo que es el sueño a sus siervos, y mostraremos su interpretación misma”.

8 El rey respondía y decía: “En realidad me doy cuenta de que es tiempo lo que ustedes están tratando de ganar, porque han percibido que se promulga por mí la palabra.

9 Porque si no me hacen saber el sueño mismo, esta única y absoluta sentencia está sobre ustedes. Pero es una palabra mentirosa y equivocada la que ustedes han convenido en decir delante de mí, hasta que el tiempo mismo haya cambiado. Por lo tanto, infórmenme el sueño mismo, y sabré que pueden mostrarme la interpretación misma de él”.

10 Los caldeos respondieron delante del rey, y decían: “No existe hombre en la tierra seca que pueda mostrar el asunto del rey, puesto que ningún gran rey o gobernador ha pedido tal cosa como esta de ningún sacerdote practicante de magia ni sortílego ni caldeo.

11 Pero la cosa que el rey mismo está pidiendo es difícil, y no existe nadie más que pueda mostrarla delante del rey excepto los dioses, cuya propia morada no existe en absoluto con la carne”.

12 Debido a esto, el rey mismo se encolerizó y se puso muy furioso, y dijo que destruyeran a todos los sabios de Babilonia.

13 Y la orden misma salió, y los sabios estaban a punto de ser muertos; y buscaron a Daniel y sus compañeros, para matarlos.

14 En aquel tiempo, Daniel, por su parte, se dirigió con consejo y buen sentido a Arioc el jefe de la guardia de corps del rey, quien había salido a matar a los sabios de Babilonia.

15 Respondía y decía a Arioc el oficial del rey: “¿Por qué razón hay orden tan dura de parte del rey?”. Entonces fue cuando Arioc hizo saber el asunto mismo a Daniel.

16 De modo que Daniel mismo entró y pidió del rey que le diera tiempo con el propósito específico de mostrar la interpretación misma al rey.

17 Después de eso Daniel se fue a su propia casa; e hizo saber el asunto a Hananías, Misael y Azarías, sus compañeros,

18 hasta [para que ellos] pidieran misericordias de parte del Dios del cielo respecto a este secreto, para que no destruyeran a Daniel y sus compañeros con los demás sabios de Babilonia.

19 Entonces fue cuando a Daniel, en una visión de la noche, le fue revelado el secreto. Por consiguiente, Daniel mismo bendijo al Dios del cielo.

20 Daniel respondía y decía: “Que el nombre de Dios llegue a ser bendito de tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido, porque la sabiduría y el poderío... porque pertenecen a él.

21 Y él cambia tiempos y sazones, remueve reyes y establece reyes, da sabiduría a los sabios y conocimiento a los que conocen el discernimiento.

22 Revela las cosas profundas y las cosas ocultas, y sabe lo que está en la oscuridad; y con él de veras mora la luz.

23 A ti, oh Dios de mis antepasados, doy alabanza y encomio, porque sabiduría y poderío me has dado. Y ahora me has hecho saber lo que solicitamos de ti, porque nos has hecho saber el asunto mismo del rey”.

24 Debido a esto, Daniel mismo fue a Arioc, a quien el rey había nombrado para destruir a los sabios de Babilonia. Fue, y esto fue lo que le dijo: “No destruyas a ninguno de los sabios de Babilonia. Llévame delante del rey, para mostrar la interpretación misma al rey”.

25 Entonces fue cuando Arioc, de prisa, llevó a Daniel delante del rey, y esto fue lo que le dijo a este: “He hallado a un hombre físicamente capacitado de los desterrados de Judá que puede hacer saber al rey la interpretación misma”.

26 El rey respondía y decía a Daniel, cuyo nombre era Beltsasar: “¿Eres lo suficientemente competente como para hacerme saber el sueño que contemplé, y su interpretación?”.

27 Daniel respondía delante del rey y decía: “El secreto que el rey mismo pide, los sabios, los sortílegos, los sacerdotes practicantes de magia [y] los astrólogos mismos no pueden mostrarlo al rey.

28 No obstante, existe un Dios en los cielos que es un Revelador de secretos, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de ocurrir en la parte final de los días. Tu sueño y las visiones de tu cabeza sobre tu cama... esto es:

29 ”En cuanto a ti, oh rey, en tu cama subieron tus propios pensamientos tocante a lo que ha de ocurrir después de esto, y Aquel que es el Revelador de secretos te ha hecho saber lo que ha de ocurrir.

30 Y en cuanto a mí, no por ninguna sabiduría que exista en mí más que en cualesquiera otros que estén vivos me es revelado este secreto, excepto con la intención de que la interpretación se dé a conocer al rey mismo, y que conozcas los pensamientos de tu corazón.

31 ”Tú, oh rey, estabas contemplando, y, ¡mira!, cierta imagen inmensa. Aquella imagen, que era grande y cuyo resplandor era extraordinario, estaba de pie enfrente de ti, y su apariencia era pavorosa.

32 En lo que respecta a aquella imagen, su cabeza era de buen oro, sus pechos y sus brazos eran de plata, su vientre y sus muslos eran de cobre,

33 sus piernas eran de hierro, sus pies eran en parte de hierro y en parte de barro moldeado.

34 Seguiste mirando hasta que una piedra fue cortada, no por manos, y dio contra la imagen en sus pies de hierro y de barro moldeado, y los trituró.

35 En aquel tiempo el hierro, el barro moldeado, el cobre, la plata y el oro fueron, todos juntos, triturados, y llegaron a ser como el tamo de la era del verano, y el viento se los llevó, de modo que no se halló ningún rastro de ellos. Y en cuanto a la piedra que dio contra la imagen, llegó a ser una gran montaña y llenó toda la tierra.

36 ”Este es el sueño, y su interpretación la diremos delante del rey.

37 Tú, oh rey, el rey de reyes, tú a quien el Dios del cielo ha dado el reino, la potencia, y la fuerza y la dignidad,

38 y en cuya mano ha dado —dondequiera que estén morando los hijos de la humanidad— las bestias del campo y las criaturas aladas de los cielos, y a quien él ha hecho gobernante sobre todos ellos, tú mismo eres la cabeza de oro.

39 ”Y después de ti se levantará otro reino inferior a ti; y otro reino, uno tercero, de cobre, que gobernará sobre toda la tierra.

40 ”Y en cuanto al cuarto reino, resultará ser fuerte como el hierro. Puesto que el hierro tritura y muele todo lo demás, así, como el hierro que destroza, triturará y destrozará aun a todos estos.

41 ”Y como contemplaste que los pies y los dedos de los pies eran en parte de barro moldeado de un alfarero y en parte de hierro, el reino mismo resultará dividido, pero algo de la dureza del hierro resultará haber en él, puesto que contemplaste al hierro mezclado con barro húmedo.

42 Y en cuanto a que los dedos de los pies sean en parte de hierro y en parte de barro moldeado, el reino en parte resultará fuerte y en parte resultará frágil.

43 Como contemplaste hierro mezclado con barro húmedo, llegarán a estar mezclados con la prole de la humanidad; pero no resultará que se mantengan pegados, este a aquel, tal como el hierro no se mezcla con barro moldeado.

44 ”Y en los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos;

45 puesto que contemplaste que de la montaña una piedra fue cortada, no por manos, y [que] trituró el hierro, el cobre, el barro moldeado, la plata y el oro. El magnífico Dios mismo ha hecho saber al rey lo que ha de ocurrir después de esto. Y el sueño es confiable, y la interpretación de él es digna de confianza”.

46 En aquel tiempo el rey Nabucodonosor mismo cayó sobre su rostro, y a Daniel rindió homenaje, y dijo que se le ofreciera aun un regalo, e incienso.

47 El rey respondía a Daniel y decía: “Verdaderamente el Dios de ustedes es un Dios de dioses y un Señor de reyes y un Revelador de secretos, porque pudiste revelar este secreto”.

48 Por consiguiente, el rey hizo de Daniel alguien grande, y muchas grandes dádivas le dio, y lo hizo el gobernante sobre todo el distrito jurisdiccional de Babilonia y el prefecto principal sobre todos los sabios de Babilonia.

49 Y Daniel, por su parte, hizo una solicitud al rey, y él nombró sobre la administración del distrito jurisdiccional de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abednego, pero Daniel estuvo en la corte del rey.