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La Palabra de Dios preservada y viva

DEUTERONOMIO 12 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Estos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra.

2 Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso.

3 Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar.

4 No haréis así a Jehová vuestro Dios,

5 sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allá iréis.

6 Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas;

7 y comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en la cual Jehová tu Dios te hubiere bendecido.

8 No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece,

9 porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios.

10 Mas pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros.

11 Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová.

12 Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros.

13 Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres;

14 sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.

15 Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la podrá comer, como la de gacela o de ciervo.

16 Solamente que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua.

17 Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos;

18 sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos.

19 Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra.

20 Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseaste comerla, conforme a lo que deseaste podrás comer.

21 Si estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseares.

22 Lo mismo que se come la gacela y el ciervo, así las podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer también de ellas.

23 Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no comerás la vida juntamente con su carne.

24 No la comerás; en tierra la derramarás como agua.

25 No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto ante los ojos de Jehová.

26 Pero las cosas que hubieres consagrado, y tus votos, las tomarás, y vendrás con ellas al lugar que Jehová hubiere escogido;

27 y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de Jehová tu Dios; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Jehová tu Dios, y podrás comer la carne.

28 Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.

29 Cuando Jehová tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra,

30 guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré.

31 No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses.

32 Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.

  X


1 ”Estas son las disposiciones reglamentarias y las decisiones judiciales que ustedes deben tener cuidado de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus antepasados ciertamente te permitirá tomar en posesión, todos los días que ustedes estén vivos sobre el suelo.

2 Deben destruir por completo todos los lugares donde las naciones que ustedes están desposeyendo han servido a sus dioses, sobre las altas montañas y sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso.

3 Y tienen que demoler sus altares y hacer añicos sus columnas sagradas, y deben quemar sus postes sagrados en el fuego y cortar las imágenes esculpidas de sus dioses, y tienen que destruir los nombres de ellos de aquel lugar.

4 ”No deben hacerle de esa manera a Jehová su Dios,

5 sino que al lugar que Jehová su Dios escoja de entre todas sus tribus para colocar allí su nombre, para hacerlo residir, ustedes buscarán, y allá tendrás que ir.

6 Y allá tendrán que llevar sus ofrendas quemadas y sus sacrificios y sus décimas partes y la contribución de su mano y sus ofrendas de voto y sus ofrendas voluntarias y los primogénitos de su vacada y de su rebaño.

7 Y allí tendrán que comer delante de Jehová su Dios y regocijarse en toda empresa de ustedes, ustedes y sus casas, porque Jehová tu Dios te ha bendecido.

8 ”No deben hacer conforme a todo lo que estamos haciendo aquí hoy, cada cual lo que sea recto a sus propios ojos,

9 porque todavía no han entrado en el lugar de descanso y en la herencia que Jehová tu Dios te da.

10 Y tienen que cruzar el Jordán y morar en la tierra que Jehová su Dios les da como posesión, y él ciertamente les dará descanso de todos sus enemigos en derredor, y verdaderamente morarán en seguridad.

11 Y tiene que suceder que al lugar que Jehová su Dios escoja para que allí resida su nombre es adonde llevarán todo aquello acerca de lo cual les estoy mandando, sus ofrendas quemadas y sus sacrificios, sus décimas partes y la contribución de su mano y toda selección de sus ofrendas de voto que prometan en voto a Jehová.

12 Y tienen que regocijarse delante de Jehová su Dios, ustedes y sus hijos y sus hijas y sus esclavos y sus esclavas y el levita que está dentro de sus puertas, porque él no tiene participación ni herencia con ustedes.

13 Cuídate, no sea que ofrezcas tus ofrendas quemadas en cualquier otro lugar que veas.

14 Antes bien, en el lugar que Jehová escoja en una de tus tribus es donde debes ofrecer tus ofrendas quemadas, y allí debes hacer todo lo que te estoy mandando.

15 ”Solo cuando quiera que tu alma lo desee con vehemencia podrás degollar, y tendrás que comer carne conforme a la bendición de Jehová tu Dios que él te haya dado, dentro de todas tus puertas. El inmundo y el limpio podrán comerla, como [se come] la gacela y como [se come] el ciervo.

16 Solo la sangre no deben comer ustedes. Debes derramarla sobre la tierra como agua.

17 No se te permitirá comer dentro de tus puertas la décima parte de tu grano ni de tu vino nuevo ni de tu aceite, ni los primogénitos de tu vacada y de tu rebaño, ni ninguna de tus ofrendas de voto que prometas en voto, ni tus ofrendas voluntarias, ni la contribución de tu mano.

18 Antes bien, delante de Jehová tu Dios lo comerás, en el lugar que Jehová tu Dios escoja, tú y tu hijo y tu hija y tu esclavo y tu esclava y el levita que está dentro de tus puertas; y tienes que regocijarte delante de Jehová tu Dios en toda empresa tuya.

19 Cuídate para que no abandones al levita durante todos tus días sobre tu suelo.

20 ”Cuando Jehová tu Dios ensanche tu territorio, tal como te ha prometido, y de seguro digas: ‘Déjame comer carne’, porque tu alma desea con vehemencia comer carne, siempre que tu alma la desee con vehemencia podrás comer carne.

21 En caso de que el lugar que Jehová tu Dios escoja para poner allí su nombre esté a gran distancia de ti, entonces tendrás que degollar algo de tu vacada o algo de tu rebaño que Jehová te haya dado, tal como te he mandado, y tendrás que comer dentro de tus puertas, siempre que tu alma lo desee con vehemencia.

22 Solo de la manera como se puede comer la gacela y el ciervo, así podrás comerlo: el inmundo y el limpio juntos podrán comerlo.

23 Simplemente queda firmemente resuelto a no comer la sangre, porque la sangre es el alma y no debes comer el alma con la carne.

24 No debes comerla. Debes derramarla sobre el suelo como agua.

25 No debes comerla, para que les vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, porque harás lo que es recto a los ojos de Jehová.

26 Tan solo las cosas santas que llegarán a ser tuyas, y tus ofrendas de voto, debes llevar, y tendrás que ir al lugar que Jehová escoja.

27 Y tendrás que ofrecer tus ofrendas quemadas, la carne y la sangre, sobre el altar de Jehová tu Dios; y la sangre de tus sacrificios debe ser derramada contra el altar de Jehová tu Dios, pero podrás comer la carne.

28 ”Sé vigilante, y tienes que obedecer todas estas palabras que te estoy mandando, a fin de que les vaya bien a ti y a tus hijos después de ti hasta tiempo indefinido, porque harás lo que es bueno y recto a los ojos de Jehová tu Dios.

29 ”Cuando Jehová tu Dios corte de delante de ti las naciones a las que vas para desposeerlas, entonces tienes que desposeerlas y morar en su tierra.

30 Cuídate por temor de que quedes entrampado tras ellas, después que hayan sido aniquiladas de delante de ti, y por temor de que inquieras respecto a sus dioses, diciendo: ‘¿Cómo acostumbraban estas naciones servir a sus dioses? Y yo, sí, yo, ciertamente haré de la misma manera’.

31 No debes hacerle de esa manera a Jehová tu Dios, porque toda cosa detestable a Jehová, que él de veras odia, la han hecho ellas a sus dioses, pues hasta a sus hijos y sus hijas queman con regularidad en el fuego a sus dioses.

32 Toda palabra que les estoy mandando a ustedes es lo que deben poner cuidado en hacer. No deben añadir a ello ni quitar de ello.