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La Palabra de Dios preservada y viva

DEUTERONOMIO 31 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel,

2 y les dijo: Este día soy de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto Jehová me ha dicho: No pasarás este Jordán.

3 Jehová tu Dios, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás; Josué será el que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho.

4 Y hará Jehová con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó.

5 Y los entregará Jehová delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado.

6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

7 Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.

8 Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.

9 Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Jehová, y a todos los ancianos de Israel.

10 Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,

11 cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos.

12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley;

13 y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.

14 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión.

15 Y se apareció Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo.

16 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él;

17 y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí?

18 Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.

19 Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel.

20 Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto.

21 Y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes; porque yo conozco lo que se proponen de antemano, antes que los introduzca en la tierra que juré darles.

22 Y Moisés escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel.

23 Y dio orden a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.

24 Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse,

25 dio órdenes Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, diciendo:

26 Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.

27 Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?

28 Congregad a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.

29 Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos.

30 Entonces habló Moisés a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.

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1 Entonces Moisés fue y habló estas palabras a todo Israel

2 y les dijo: “Hoy tengo ciento veinte años de edad. Ya no se me permitirá salir y entrar, puesto que Jehová me ha dicho: ‘No cruzarás este Jordán’.

3 Jehová tu Dios es el que va a cruzar delante de ti. Él mismo aniquilará a estas naciones de delante de ti, y tú tienes que expulsarlas. Josué es el que va a cruzar delante de ti, tal como ha hablado Jehová.

4 Y Jehová ciertamente les hará tal como ha hecho a Sehón y Og, los reyes de los amorreos, y a su tierra, cuando los aniquiló.

5 Y Jehová las ha abandonado en mano de ustedes, y ustedes tienen que hacerles conforme a todo el mandamiento que les he mandado.

6 Sean animosos y fuertes. No tengan miedo ni sufran un sobresalto delante de ellos, porque Jehová tu Dios es el que marcha contigo. No te desamparará ni te dejará enteramente”.

7 Y Moisés procedió a llamar a Josué y a decirle ante los ojos de todo Israel: “Sé animoso y fuerte, porque tú... tú introducirás a este pueblo en la tierra que Jehová juró a sus antepasados que les daría, y tú mismo se la darás como herencia.

8 Y Jehová es el que marcha delante de ti. Él mismo continuará contigo. No te desamparará ni te dejará enteramente. No tengas miedo ni te aterrorices”.

9 Entonces Moisés escribió esta ley y la dio a los sacerdotes, los hijos de Leví, los transportadores del arca del pacto de Jehová, y a todos los ancianos de Israel.

10 Y Moisés pasó a mandarles, diciendo: “Al cabo de cada siete años, en el tiempo señalado del año de la liberación, en la fiesta de las cabañas,

11 cuando todo Israel venga para ver el rostro de Jehová tu Dios en el lugar que él escoja, leerás esta ley enfrente de todo Israel a oídos de ellos.

12 Congrega al pueblo, los hombres y las mujeres y los pequeñuelos y tu residente forastero que está dentro de tus puertas, a fin de que escuchen y a fin de que aprendan, puesto que tienen que temer a Jehová el Dios de ustedes y cuidar de poner por obra todas las palabras de esta ley.

13 Y los hijos de ellos, que no han sabido, deben escuchar, y tienen que aprender a temer a Jehová el Dios de ustedes todos los días que ustedes estén viviendo sobre el suelo hacia el cual van a cruzar el Jordán para tomar posesión de él”.

14 Después de eso Jehová dijo a Moisés: “¡Mira! Se han acercado los días en que has de morir. Llama a Josué, y apóstense en la tienda de reunión, para que yo lo comisione”. De modo que Moisés y Josué fueron y se apostaron en la tienda de reunión.

15 Entonces Jehová apareció en la tienda, en la columna de nube, y la columna de nube empezó a situarse junto a la entrada de la tienda.

16 Jehová ahora dijo a Moisés: “¡Mira! Vas a yacer con tus antepasados; y este pueblo ciertamente se levantará y tendrá ayuntamiento inmoral con dioses extranjeros de la tierra a la cual van, en medio de ellos mismos, y ciertamente me abandonarán y quebrantarán mi pacto que he celebrado con ellos.

17 Por lo cual mi cólera verdaderamente se encenderá contra ellos en aquel día, y ciertamente los abandonaré y ocultaré de ellos mi rostro, y tendrán que llegar a ser algo que será consumido; y muchas calamidades y angustias tendrán que venir sobre ellos, y es seguro que dirán en aquel día: ‘¿No será porque nuestro Dios no está en medio de nosotros por lo que nos han sobrevenido estas calamidades?’.

18 En cuanto a mí, yo absolutamente ocultaré mi rostro en aquel día a causa de toda la maldad que han hecho, porque se han vuelto a otros dioses.

19 ”Y ahora escríbanse esta canción y enséñala a los hijos de Israel. Colócala en la boca de ellos a fin de que esta canción sirva de testigo mío contra los hijos de Israel.

20 Porque los traeré al suelo acerca del cual he jurado a sus antepasados, que mana leche y miel, y ciertamente comerán y quedarán satisfechos y engordarán, y se volverán a otros dioses, y verdaderamente servirán a estos y me tratarán con falta de respeto y quebrantarán mi pacto.

21 Y tiene que suceder que, cuando vengan muchas calamidades y angustias sobre ellos, entonces esta canción tendrá que responder delante de ellos como testigo, porque no debe ser olvidada de la boca de su prole, porque bien conozco su inclinación que van desarrollando hoy antes de que yo los introduzca en la tierra acerca de la cual he jurado”.

22 Así que Moisés escribió esta canción en aquel día, para enseñarla a los hijos de Israel.

23 Y él procedió a comisionar a Josué hijo de Nun y a decir: “Sé animoso y fuerte, porque tú... tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra acerca de la cual les he jurado, y yo mismo continuaré contigo”.

24 Y aconteció que, tan pronto como Moisés hubo acabado de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta dejarlas completas,

25 Moisés se puso a mandar a los levitas, los transportadores del arca del pacto de Jehová, y dijo:

26 “Tomando este libro de la ley, ustedes tienen que colocarlo al lado del arca del pacto de Jehová su Dios, y allí tiene que servir de testigo contra ti.

27 Porque yo... yo conozco bien tu rebeldía y tu dura cerviz. Si ustedes, mientras todavía estoy vivo con ustedes hoy, se han mostrado de comportamiento rebelde para con Jehová, ¡entonces cuánto más después de mi muerte!

28 Congréguenme a todos los ancianos de sus tribus y sus oficiales, y déjenme hablar a oídos de ellos estas palabras, y déjenme tomar los cielos y la tierra como testigos contra ellos.

29 Porque bien sé yo que después de mi muerte ustedes sin falta obrarán ruinosamente, y ciertamente se desviarán del camino acerca del cual les he mandado; y la calamidad de seguro les sobrevendrá al fin de los días, porque harán lo que es malo a los ojos de Jehová, de modo que lo ofenderán por las obras de sus manos”.

30 Y Moisés procedió a hablar a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de esta canción hasta que quedaron completas: