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EXODO 15 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete.

2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.

3 Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre.

4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.

5 Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como piedra.

6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.

7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.

8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar.

9 El enemigo dijo: Perseguiré, apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.

10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar; Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.

11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?

12 Extendiste tu diestra; La tierra los tragó.

13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.

14 Lo oirán los pueblos, y temblarán; Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.

15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán; A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor; Se acobardarán todos los moradores de Canaán.

16 Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.

17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, En el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado.

18 Jehová reinará eternamente y para siempre.

19 Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehová hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del mar.

20 Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.

21 Y María les respondía: Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido; Ha echado en el mar al caballo y al jinete

22 E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.

23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.

24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?

25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;

26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.

27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.

  X


1 En aquella ocasión Moisés y los hijos de Israel procedieron a cantar esta canción a Jehová, y a decir lo siguiente: “Cante yo a Jehová, porque se ha ensalzado soberanamente. Al caballo y a su jinete ha lanzado en el mar.

2 Mi fuerza y [mi] poderío es Jah, puesto que él sirve para mi salvación. Este es mi Dios, y yo lo elogiaré; el Dios de mi padre, y lo enalteceré.

3 Jehová es persona varonil de guerra. Jehová es su nombre.

4 Los carros de Faraón y sus fuerzas militares él ha echado en el mar, y los selectos de sus guerreros han sido hundidos en el mar Rojo.

5 Las aguas agitadas procedieron a cubrirlos; como piedra bajaron a las profundidades.

6 Tu diestra, oh Jehová, está demostrando que es poderosa en habilidad, tu diestra, oh Jehová, puede destrozar a un enemigo.

7 Y en la abundancia de tu superioridad puedes echar abajo a los que se levantan contra ti; envías tu cólera ardiente, los consume cual rastrojo.

8 Y por un soplo de tus narices se amontonaron aguas; quedaron inmóviles como una represa de inundaciones; las aguas agitadas se quedaron cuajadas en el corazón del mar.

9 Dijo el enemigo: ‘¡Iré en pos! ¡Alcanzaré! ¡Dividiré despojo! ¡Mi alma se llenará de ellos! ¡Desenvainaré mi espada! ¡Los expulsará mi mano!’.

10 Soplaste con tu aliento, los cubrió el mar; se hundieron como plomo en aguas majestuosas.

11 ¿Quién entre los dioses es como tú, oh Jehová? ¿Quién es como tú, que resultas poderoso en santidad? Aquel que ha de ser temido con canciones de alabanza, Aquel que hace maravillas.

12 Extendiste tu diestra, procedió la tierra a tragárselos.

13 Tú en tu bondad amorosa has guiado al pueblo que has recobrado; tú en tu fuerza ciertamente los conducirás a tu lugar santo de habitación.

14 Tendrán que oír los pueblos, se agitarán; dolores de parto tendrán que apoderarse de los habitantes de Filistea.

15 En aquel tiempo los jeques de Edom verdaderamente se perturbarán; en cuanto a los déspotas de Moab, temblor se apoderará de ellos. Todos los habitantes de Canaán verdaderamente se desalentarán.

16 Sobre ellos caerán terror y pavor. A causa de la grandeza de tu brazo quedarán inmóviles como una piedra, hasta que pase tu pueblo, oh Jehová, hasta que pase el pueblo que tú has producido.

17 Tú los traerás y los plantarás en la montaña de tu herencia, un lugar establecido que has alistado para habitarlo tú, oh Jehová, un santuario, oh Jehová, que tus manos han establecido.

18 Jehová reinará hasta tiempo indefinido, aun para siempre.

19 Cuando los caballos de Faraón con sus carros de guerra y sus soldados de caballería entraron en el mar, entonces Jehová hizo volver sobre ellos las aguas del mar, mientras los hijos de Israel anduvieron en tierra seca por en medio del mar”.

20 Y Míriam la profetisa, hermana de Aarón, procedió a tomar una pandereta en la mano; y todas las mujeres empezaron a salir con ella con panderetas y en danzas.

21 Y Míriam siguió respondiendo a los hombres: “Canten a Jehová, porque se ha ensalzado soberanamente. Al caballo y a su jinete en el mar ha lanzado”.

22 Más tarde, Moisés hizo que Israel partiera del mar Rojo, y ellos salieron al desierto de Sur y siguieron marchando por tres días en el desierto, pero no hallaron agua.

23 Por fin llegaron a Marah, pero no pudieron beber el agua de Marah porque era amarga. Por eso él le puso por nombre Marah.

24 Y el pueblo empezó a murmurar contra Moisés, diciendo: “¿Qué hemos de beber?”.

25 Entonces él clamó a Jehová. De modo que Jehová lo dirigió a un árbol, y él lo arrojó en el agua, y el agua se puso dulce. Allí Él les estableció una disposición reglamentaria y una causa para juicio y allí los puso a prueba.

26 Y pasó a decir: “Si escuchas estrictamente la voz de Jehová tu Dios y haces lo que es recto a sus ojos y verdaderamente prestas oído a sus mandamientos y guardas todas sus disposiciones reglamentarias, no pondré sobre ti ninguna de las dolencias que puse sobre los egipcios; porque yo soy Jehová, quien te sana”.

27 Después de eso llegaron a Elim, donde había doce manantiales de agua y setenta palmeras. De modo que se pusieron a acampar allí junto al agua.