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GENESIS 29 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Siguió luego Jacob su camino, y fue a la tierra de los orientales.

2 Y miró, y vio un pozo en el campo; y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él, porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo.

3 Y juntaban allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de la boca del pozo, y abrevaban las ovejas, y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar.

4 Y les dijo Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos respondieron: De Harán somos.

5 El les dijo: ¿Conocéis a Labán hijo de Nacor? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.

6 Y él les dijo: ¿Está bien? Y ellos dijeron: Bien, y he aquí Raquel su hija viene con las ovejas.

7 Y él dijo: He aquí es aún muy de día; no es tiempo todavía de recoger el ganado; abrevad las ovejas, e id a apacentarlas.

8 Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños, y remuevan la piedra de la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.

9 Mientras él aún hablaba con ellos, Raquel vino con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora.

10 Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán hermano de su madre, y las ovejas de Labán el hermano de su madre, se acercó Jacob y removió la piedra de la boca del pozo, y abrevó el rebaño de Labán hermano de su madre.

11 Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.

12 Y Jacob dijo a Raquel que él era hermano de su padre, y que era hijo de Rebeca; y ella corrió, y dio las nuevas a su padre.

13 Así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó, lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas.

14 Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él durante un mes.

15 Entonces dijo Labán a Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me servirás de balde? Dime cuál será tu salario.

16 Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel.

17 Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso parecer.

18 Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor.

19 Y Labán respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate conmigo.

20 Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba.

21 Entonces dijo Jacob a Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido, para unirme a ella.

22 Entonces Labán juntó a todos los varones de aquel lugar, e hizo banquete.

23 Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se la trajo; y él se llegó a ella.

24 Y dio Labán su sierva Zilpa a su hija Lea por criada.

25 Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?

26 Y Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor.

27 Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hagas conmigo otros siete años.

28 E hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Raquel su hija por mujer.

29 Y dio Labán a Raquel su hija su sierva Bilha por criada.

30 Y se llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea; y sirvió a Labán aún otros siete años.

31 Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril.

32 Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido.

33 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón.

34 Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví.

35 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz.

  X


1 Después de eso Jacob puso en movimiento sus pies y siguió viajando a la tierra de los orientales.

2 Ahora miró, y he aquí que había un pozo en el campo y, sí, tres hatos de ovejas estaban echados allí cerca de él, porque de aquel pozo acostumbraban abrevar los hatos; y había una piedra grande sobre la boca del pozo.

3 Cuando todos los hatos habían sido recogidos allí, hacían rodar la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevaban los rebaños, después de lo cual volvían a su lugar la piedra sobre la boca del pozo.

4 De modo que les dijo Jacob: “Hermanos míos, ¿de qué lugar son ustedes?”, a lo cual dijeron: “Somos de Harán”.

5 Entonces les dijo: “¿Conocen a Labán el nieto de Nacor?”, a lo cual dijeron: “Lo conocemos”.

6 Ante esto, les dijo: “¿Le va bien?”. A su vez, dijeron: “Le va bien. ¡Y aquí está Raquel su hija, que viene con las ovejas!”.

7 Y él pasó a decir: “¡Si todavía estamos en pleno día! No es hora de recoger las manadas. Abreven las ovejas, entonces vayan a apacentarlas”.

8 A lo cual dijeron: “No se nos permite hacerlo hasta que estén recogidos todos los hatos y realmente hagan rodar la piedra de sobre la boca del pozo. Entonces tenemos que abrevar las ovejas”.

9 Mientras él todavía estaba hablando con ellos, llegó Raquel con las ovejas que pertenecían a su padre, pues ella era pastora.

10 Y aconteció que cuando Jacob vio a Raquel la hija de Labán el hermano de su madre, y las ovejas de Labán el hermano de su madre, se acercó Jacob al instante e hizo rodar la piedra de sobre la boca del pozo y abrevó las ovejas de Labán el hermano de su madre.

11 Entonces Jacob besó a Raquel y alzó la voz y prorrumpió en lágrimas.

12 Y Jacob empezó a declarar a Raquel que él era el hermano del padre de ella y que era el hijo de Rebeca. Y ella se fue corriendo a referirlo a su padre.

13 Ahora bien, aconteció que luego que oyó Labán el informe acerca de Jacob el hijo de su hermana, fue corriendo a su encuentro. Entonces lo abrazó y lo besó y lo trajo dentro de su casa. Y él empezó a contar a Labán todas estas cosas.

14 Después de eso Labán le dijo: “Realmente eres hueso mío y carne mía”. De modo que moró con él un mes entero.

15 Después Labán dijo a Jacob: “¿Eres tú mi hermano, y tienes que servirme de balde? Declárame: ¿Cuál ha de ser tu salario?”.

16 El caso era que Labán tenía dos hijas. El nombre de la mayor era Lea y el nombre de la menor Raquel.

17 Pero los ojos de Lea no tenían brillo, mientras que Raquel había llegado a ser de hermosa figura y de hermoso semblante.

18 Y Jacob se había enamorado de Raquel. Así que dijo: “Estoy dispuesto a servirte siete años por Raquel tu hija menor”.

19 A lo cual dijo Labán: “Mejor me es darla a ti que darla a otro hombre. Sigue morando conmigo”.

20 Y Jacob procedió a servir siete años por Raquel, pero a sus ojos resultaron como unos cuantos días debido al amor que le tenía.

21 Entonces Jacob dijo a Labán: “Dame mi esposa, porque se han cumplido mis días, y déjame tener relaciones con ella”.

22 Ante aquello, Labán reunió a todos los hombres del lugar e hizo un banquete.

23 Pero resultó que durante la noche recurrió a tomar a Lea su hija y a traérsela para que tuviera relaciones con ella.

24 Además, a Lea, su hija, Labán le dio por sierva a Zilpá la sierva de él.

25 De modo que por la mañana resultó que ¡pues, era Lea! Por consiguiente, él dijo a Labán: “¿Qué es esto que me has hecho? ¿No fue por Raquel que serví contigo? Entonces, ¿por qué me has embaucado?”.

26 A lo cual dijo Labán: “No se acostumbra hacerlo así en nuestro lugar, el dar la menor antes de la primogénita.

27 Celebra en su plenitud la semana de esta mujer. Después de eso ciertamente se te dará también esta otra mujer por el servicio que puedas servir conmigo durante otros siete años”.

28 Por consiguiente, Jacob lo hizo, y celebró plenamente la semana de esta mujer, después de lo cual él le dio a Raquel su hija por esposa.

29 Además, a Raquel, su hija, Labán le dio por sierva a Bilhá la sierva de él.

30 Entonces [Jacob] tuvo relaciones también con Raquel y también expresó más amor a Raquel que a Lea, y se puso a servirle otros siete años más.

31 Cuando Jehová llegó a ver que Lea era odiada, entonces le abrió la matriz, pero Raquel era estéril.

32 Y Lea quedó encinta y dio a luz un hijo y entonces lo llamó por nombre Rubén, porque dijo: “Es porque Jehová ha mirado mi miseria, por cuanto ahora mi esposo empezará a amarme”.

33 Y de nuevo quedó encinta y dio a luz un hijo y entonces dijo: “Es porque Jehová ha escuchado, por cuanto era odiada, y por eso me dio también este”. Por eso lo llamó por nombre Simeón.

34 Y quedó encinta una vez más y dio a luz un hijo, y entonces dijo: “Ahora esta vez mi esposo se unirá a mí, porque le he dado a luz tres hijos”. Por lo tanto fue llamado por nombre Leví.

35 Y quedó encinta otra vez y dio a luz un hijo, y entonces dijo: “Esta vez elogiaré a Jehová”. Por lo tanto lo llamó por nombre Judá. Después de eso cesó de dar a luz.