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ISAIAS 32 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio.

2 Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.

3 No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos.

4 Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará rápida y claramente.

5 El ruin nunca más será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido.

6 Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra Jehová, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento.

7 Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre.

8 Pero el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado.

9 Mujeres indolentes, levantaos, oíd mi voz; hijas confiadas, escuchad mi razón.

10 De aquí a algo más de un año tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no vendrá.

11 Temblad, oh indolentes; turbaos, oh confiadas; despojaos, desnudaos, ceñid los lomos con cilicio.

12 Golpeándose el pecho lamentarán por los campos deleitosos, por la vid fértil.

13 Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre todas las casas en que hay alegría en la ciudad de alegría.

14 Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;

15 hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.

16 Y habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia.

17 Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.

18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.

19 Y cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida.

20 Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno.

  X


1 Miren, un rey reinará con rectitud y los gobernantes gobernarán con justicia.

2 Cada uno será como un refugio contra el viento, como un resguardo contra la tormenta;

3 No se nublarán los ojos de los que ven; prestarán atención los oídos de los que oyen.

4 La mente impulsiva comprenderá y entenderá, la lengua tartamuda hablará con fluidez y claridad.

5 Ya no se llamará noble al necio ni será respetado el canalla.

6 Porque el necio profiere necedades, y su mente maquina iniquidad;

7 El canalla recurre a artimañas malignas, y trama designios infames;

8 El noble, por el contrario, concibe nobles planes,

9 Mujeres despreocupadas, ¡levántense y escúchenme!

10 Ustedes, que se sienten tan confiadas, en poco más de un año temblarán;

11 Mujeres despreocupadas, ¡estremézcanse! Ustedes, que se sienten tan confiadas,

12 Golpéense el pecho, por los campos agradables,

13 por el suelo de mi pueblo cubierto de espinos y de zarzas,

14 La fortaleza será abandonada, y desamparada la ciudad populosa;

15 hasta que desde lo alto el Espíritu sea derramado sobre nosotros.

16 La justicia morará en el desierto, y en el campo fértil habitará la rectitud.

17 El producto de la justicia será la paz; tranquilidad y seguridad perpetuas serán su fruto.

18 Mi pueblo habitará en un lugar de paz, en moradas seguras,

19 Aunque el granizo arrase con el bosque y la ciudad sea completamente allanada,

20 ¡dichosos ustedes, los que siembran junto al agua,