< Anterior |
Siguiente > |
1 Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa.
2 Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.
3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.
4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.
6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.
7 El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.
8 Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.
9 No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos.
10 Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.
1 El desierto y la región árida se alborozarán, y la llanura desértica estará gozosa, y florecerá como el azafrán.
2 Sin falta florecerá, y realmente estará gozosa con gozo y con alegre gritería. La gloria del Líbano mismo tendrá que serle dada, el esplendor del Carmelo y de Sarón. Habrá los que verán la gloria de Jehová, el esplendor de nuestro Dios.
3 Fortalezcan las manos débiles, y hagan firmes las rodillas vacilantes.
4 Digan a los que están ansiosos de corazón: “Sean fuertes. No tengan miedo. ¡Miren! Su propio Dios vendrá con venganza misma, Dios aun con un pago. Él mismo vendrá y los salvará”.
5 En aquel tiempo los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos mismos de los sordos serán destapados.
6 En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo, y la lengua del mudo clamará con alegría. Pues en el desierto habrán brotado aguas, y torrentes en la llanura desértica.
7 Y el suelo abrasado por el calor se habrá puesto como un estanque lleno de cañas; y el suelo sediento, como manantiales de agua. En el lugar de habitación de los chacales, un lugar de descanso para [ellos], habrá hierba verde con cañas y papiros.
8 Y ciertamente llegará a haber una calzada allí, aun un camino; y será llamada el Camino de la Santidad. El inmundo no pasará por ella. Y será para el que anda por el camino, y ningún tonto andará errante [por ella].
9 Ningún león resultará estar allí, y las bestias salvajes de las rapaces no subirán a él. Ninguna será hallada allí; y los que hayan sido recomprados tendrán que andar [allí].
10 Y los mismísimos redimidos por Jehová volverán y ciertamente vendrán a Sión con clamor gozoso; y habrá regocijo hasta tiempo indefinido sobre la cabeza de ellos. Alborozo y regocijo alcanzarán, y el desconsuelo y el suspirar tendrán que huir.