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La Palabra de Dios preservada y viva

ISAIAS 40 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.

2 Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.

3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.

4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.

5 Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.

6 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo.

7 La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo.

8 Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

9 Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!

10 He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.

11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.

12 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?

13 ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?

14 ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?

15 He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.

16 Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio.

17 Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es.

18 ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis?

19 El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata.

20 El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.

21 ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?

22 El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar.

23 El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana.

24 Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca.

25 ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.

26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.

27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?

28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;

31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

  X


1 “Consuelen, consuelen a mi pueblo —dice el Dios de ustedes—.

2 Hablen al corazón de Jerusalén y proclámenle que su servicio militar ha sido cumplido, que su error ha sido pagado por completo. Pues de la mano de Jehová ha recibido una cantidad plena por todos sus pecados.”

3 ¡Escuchen! Alguien está clamando en el desierto: “¡Despejen el camino de Jehová! Hagan recta la calzada para nuestro Dios a través de la llanura desértica.

4 Que todo valle sea levantado y toda montaña y colina sea bajada. Y el terreno lleno de montículos tiene que llegar a ser tierra llana, y el terreno escabroso una llanura-valle.

5 Y la gloria de Jehová ciertamente será revelada, y toda carne tendrá que ver[la] juntamente, porque la mismísima boca de Jehová [lo] ha hablado”.

6 ¡Escucha! Alguien está diciendo: “¡Clama!”. Y uno dijo: “¿Qué he de clamar?”. “Toda carne es hierba verde, y toda su bondad amorosa es como la flor del campo.

7 La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado, porque el mismísimo espíritu de Jehová ha soplado sobre ella. De seguro la gente es hierba verde.

8 La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado; pero en cuanto a la palabra de nuestro Dios, durará hasta tiempo indefinido.”

9 Súbete aun a una montaña alta, mujer que traes buenas nuevas para Sión. Levanta la voz hasta con poder, mujer que traes buenas nuevas para Jerusalén. Levánta[la]. No tengas miedo. Di a las ciudades de Judá: “Aquí está su Dios”.

10 ¡Mira! El Señor Soberano Jehová mismo vendrá aun como un fuerte, y su brazo estará gobernando para él. ¡Mira! Su galardón está con él, y el salario que él paga está delante de él.

11 Como pastor pastoreará su propio hato. Con su brazo juntará los corderos; y en su seno [los] llevará. Conducirá [con cuidado] a las que están dando de mamar.

12 ¿Quién ha medido las aguas en el simple hueco de su mano, y ha tomado las proporciones de los cielos mismos con un simple palmo, y ha incluido en una medida el polvo de la tierra, o ha pesado con indicador las montañas, y en la balanza las colinas?

13 ¿Quién ha tomado las proporciones del espíritu de Jehová, y quién como su hombre de consejo puede hacerle saber algo?

14 ¿Con quién consultó para que se le hiciera entender, o quién le instruye en la senda de la justicia, o le enseña conocimiento, o le hace conocer el mismísimo camino del verdadero entendimiento?

15 ¡Mira! Las naciones son como una gota de un cubo; y como la capa tenue de polvo en la balanza han sido estimadas. ¡Mira! Él alza las islas mismas como simple [polvo] fino.

16 Ni siquiera el Líbano basta para que se mantenga ardiendo un fuego, y los animales salvajes de este no bastan para una ofrenda quemada.

17 Todas las naciones son como algo inexistente delante de él; como nada y como una irrealidad le han sido estimadas.

18 ¿Y a quién pueden ustedes asemejar a Dios, y qué semejanza pueden poner al lado de él?

19 El artífice ha fundido una simple imagen fundida, y el metalario la reviste con oro, y forja cadenas de plata.

20 Escoge cierto árbol como contribución, un árbol que no esté podrido. Busca para sí un hábil artífice, para que prepare una imagen tallada a la cual no se pueda hacer tambalear.

21 ¿No saben ustedes? ¿No oyen? ¿No se les ha informado desde el principio? ¿No han aplicado entendimiento desde los fundamentos de la tierra?

22 Hay Uno que mora por encima del círculo de la tierra, los moradores de la cual son como saltamontes, Aquel que extiende los cielos justamente como una gasa fina, que los despliega como una tienda en la cual morar,

23 Aquel que reduce a nada a los altos funcionarios, que ha hecho a los mismísimos jueces de la tierra como una simple irrealidad.

24 Nunca han sido plantados todavía; nunca han sido sembrados todavía; nunca ha echado raíces en la tierra su tocón todavía. Y solo tiene uno que soplar sobre ellos, y se secan; y como rastrojo se los llevará el mismísimo viento de tempestad.

25 “Pero ¿a quién pueden ustedes asemejarme para que yo sea hecho su igual? —dice el Santo—.

26 Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna [de ellas] falta.

27 ”¿Por qué razón dices tú, oh Jacob, y expresas tú, oh Israel: ‘Mi camino ha sido ocultado de Jehová, y el que se me haga justicia elude a mi Dios mismo’?

28 ¿No has llegado a saber, o no has oído? Jehová, el Creador de las extremidades de la tierra, es un Dios hasta tiempo indefinido. Él no se cansa ni se fatiga. No se puede escudriñar su entendimiento.

29 Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica.

30 Los muchachos se cansan y también se fatigan, y los jóvenes mismos sin falta tropiezan,

31 pero los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán.”