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La Palabra de Dios preservada y viva

JEREMIAS 42 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Vinieron todos los oficiales de la gente de guerra, y Johanán hijo de Carea, Jezanías hijo de Osaías, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,

2 y dijeron al profeta Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y ruega por nosotros a Jehová tu Dios por todo este resto (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos),

3 para que Jehová tu Dios nos enseñe el camino por donde vayamos, y lo que hemos de hacer.

4 Y el profeta Jeremías les dijo: He oído. He aquí que voy a orar a Jehová vuestro Dios, como habéis dicho, y todo lo que Jehová os respondiere, os enseñaré; no os reservaré palabra.

5 Y ellos dijeron a Jeremías: Jehová sea entre nosotros testigo de la verdad y de la lealtad, si no hiciéremos conforme a todo aquello para lo cual Jehová tu Dios te enviare a nosotros.

6 Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien.

7 Aconteció que al cabo de diez días vino palabra de Jehová a Jeremías.

8 Y llamó a Johanán hijo de Carea y a todos los oficiales de la gente de guerra que con él estaban, y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor;

9 y les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel, al cual me enviasteis para presentar vuestros ruegos en su presencia:

10 Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré; porque estoy arrepentido del mal que os he hecho.

11 No temáis de la presencia del rey de Babilonia, del cual tenéis temor; no temáis de su presencia, ha dicho Jehová, porque con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano;

12 y tendré de vosotros misericordia, y él tendrá misericordia de vosotros y os hará regresar a vuestra tierra.

13 Mas si dijereis: No moraremos en esta tierra, no obedeciendo así a la voz de Jehová vuestro Dios,

14 diciendo: No, sino que entraremos en la tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta, ni padeceremos hambre, y allá moraremos;

15 ahora por eso, oíd la palabra de Jehová, remanente de Judá: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Si vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis para morar allá,

16 sucederá que la espada que teméis, os alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis temor, allá en Egipto os perseguirá; y allí moriréis.

17 Todos los hombres que volvieren sus rostros para entrar en Egipto para morar allí, morirán a espada, de hambre y de pestilencia; no habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos.

18 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Como se derramó mi enojo y mi ira sobre los moradores de Jerusalén, así se derramará mi ira sobre vosotros cuando entrareis en Egipto; y seréis objeto de execración y de espanto, y de maldición y de afrenta; y no veréis más este lugar.

19 Jehová habló sobre vosotros, oh remanente de Judá: No vayáis a Egipto; sabed ciertamente que os lo aviso hoy.

20 ¿Por qué hicisteis errar vuestras almas? Pues vosotros me enviasteis a Jehová vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros a Jehová nuestro Dios, y haznos saber todas las cosas que Jehová nuestro Dios dijere, y lo haremos.

21 Y os lo he declarado hoy, y no habéis obedecido a la voz de Jehová vuestro Dios, ni a todas las cosas por las cuales me envió a vosotros.

22 Ahora, pues, sabed de cierto que a espada, de hambre y de pestilencia moriréis en el lugar donde deseasteis entrar para morar allí.

  X


1 Entonces todos los jefes de las fuerzas militares y Johanán hijo de Qaréah y Jezanías hijo de Hosaya y toda la gente, desde el más pequeño aun hasta el más grande, se acercaron

2 y dijeron a Jeremías el profeta: “Caiga nuestra petición de favor delante de ti, por favor, y dígnate orar en pro de nosotros a Jehová tu Dios, a favor de todo este resto, porque hemos quedado nosotros, unos pocos de entre muchos, tal como están viéndonos tus ojos.

3 Y que Jehová tu Dios nos informe el camino en que debemos andar y la cosa que debemos hacer”.

4 Ante esto, les dijo Jeremías el profeta: “He oído. Miren, voy a orarle a Jehová su Dios conforme a sus palabras; y ciertamente sucederá que toda palabra que dé Jehová en respuesta a ustedes, yo se la informaré. No retendré de ustedes una palabra”.

5 Y ellos, por su parte, dijeron a Jeremías: “Resulte Jehová testigo fiel y verdadero contra nosotros si no es conforme a toda palabra con que Jehová tu Dios te envíe a nosotros que obremos con exactitud.

6 Sea bueno o malo, es la voz de Jehová nuestro Dios, a quien te estamos enviando, la que nosotros obedeceremos, con el intento de que nos vaya bien porque obedecemos la voz de Jehová nuestro Dios”.

7 Ahora bien, aconteció que al cabo de diez días la palabra de Jehová procedió a ocurrirle a Jeremías.

8 De manera que él mandó llamar a Johanán hijo de Qaréah y a todos los jefes de las fuerzas militares que con él estaban y a toda la gente, desde el más pequeño aun hasta el más grande;

9 y pasó a decirles: “Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel, a quien me enviaron para hacer caer delante de él su petición de favor:

10 ‘Si ustedes sin falta siguen morando en este país, yo también ciertamente los edificaré y no [los] demoleré, y ciertamente los plantaré y no [los] desarraigaré; porque de seguro sentiré pesar por la calamidad que les he causado.

11 No tengan miedo a causa del rey de Babilonia, de quien ustedes están en temor’. ”‘No tengan miedo a causa de él —es la expresión de Jehová—, porque yo estoy con ustedes, para salvarlos y para librarlos de su mano.

12 Y les daré a ustedes misericordias, y él ciertamente les tendrá misericordia y los hará volver a su propio terreno.

13 ”’Pero si ustedes dicen: “¡No; no vamos a morar en este país!”, para desobedecer la voz de Jehová su Dios,

14 y dicen: “No, sino que entraremos en la tierra de Egipto, donde no veremos guerra y no oiremos el sonido del cuerno y no padeceremos hambre de pan; y allí es donde moraremos”;

15 ahora mismo, por lo tanto, oigan la palabra de Jehová, oh resto de Judá. Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Si ustedes mismos positivamente fijan sus rostros para entrar en Egipto y realmente entran para residir allí como forasteros,

16 también tiene que suceder que la mismísima espada a la cual tienen miedo los alcanzará allí en la tierra de Egipto, y la mismísima hambre ante la cual están aterrados los seguirá estrechamente allá a Egipto; y allá es donde morirán.

17 Y acontecerá que todos los hombres que han fijado sus rostros para entrar en Egipto para residir allí como forasteros serán los que morirán a espada, del hambre y de la peste; y no llegarán a tener sobreviviente ni escapado, a causa de la calamidad que yo voy a traer sobre ellos”.’

18 ”Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Tal como se ha derramado mi cólera y mi furia sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará mi furia sobre ustedes por entrar en Egipto, y ustedes ciertamente llegarán a ser maldición y objeto de pasmo e invocación de mal y oprobio, y no verán más este lugar’.

19 ”Jehová ha hablado contra ustedes, oh resto de Judá. No entren en Egipto. Ustedes deben saber positivamente que he dado testimonio contra ustedes hoy,

20 que han cometido error contra sus almas; porque ustedes mismos me han enviado a Jehová su Dios, diciendo: ‘Ora a favor de nosotros a Jehová nuestro Dios; y conforme a todo lo que diga Jehová nuestro Dios infórmanoslo así, y ciertamente [lo] haremos’.

21 Y les informo hoy, pero ustedes ciertamente no obedecerán la voz de Jehová su Dios ni cosa alguna con la cual me ha enviado a ustedes.

22 Y ahora deben saber positivamente que a espada, del hambre y de la peste morirán en el lugar en el cual de veras les deleita entrar para residir como forasteros”.