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La Palabra de Dios preservada y viva

JOB 5 Paralela rv60
y tnm

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Ahora, pues, da voces; ¿habrá quien te responda? ¿Y a cuál de los santos te volverás?

2 Es cierto que al necio lo mata la ira, Y al codicioso lo consume la envidia.

3 Yo he visto al necio que echaba raíces, Y en la misma hora maldije su habitación.

4 Sus hijos estarán lejos de la seguridad; En la puerta serán quebrantados, Y no habrá quien los libre.

5 Su mies comerán los hambrientos, Y la sacarán de entre los espinos, Y los sedientos beberán su hacienda.

6 Porque la aflicción no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra.

7 Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción.

8 Ciertamente yo buscaría a Dios, Y encomendaría a él mi causa;

9 El cual hace cosas grandes e inescrutables, Y maravillas sin número;

10 Que da la lluvia sobre la faz de la tierra, Y envía las aguas sobre los campos;

11 Que pone a los humildes en altura, Y a los enlutados levanta a seguridad;

12 Que frustra los pensamientos de los astutos, Para que sus manos no hagan nada;

13 Que prende a los sabios en la astucia de ellos, Y frustra los designios de los perversos.

14 De día tropiezan con tinieblas, Y a mediodía andan a tientas como de noche.

15 Así libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, Y de la mano violenta;

16 Pues es esperanza al menesteroso, Y la iniquidad cerrará su boca.

17 He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.

18 Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; El hiere, y sus manos curan.

19 En seis tribulaciones te librará, Y en la séptima no te tocará el mal.

20 En el hambre te salvará de la muerte, Y del poder de la espada en la guerra.

21 Del azote de la lengua serás encubierto; No temerás la destrucción cuando viniere.

22 De la destrucción y del hambre te reirás, Y no temerás de las fieras del campo;

23 Pues aun con las piedras del campo tendrás tu pacto, Y las fieras del campo estarán en paz contigo.

24 Sabrás que hay paz en tu tienda; Visitarás tu morada, y nada te faltará.

25 Asimismo echarás de ver que tu descendencia es mucha, Y tu prole como la hierba de la tierra.

26 Vendrás en la vejez a la sepultura, Como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo.

27 He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así; Oyelo, y conócelo tú para tu provecho.

  X


1 ”¡Llama, por favor! ¿Hay quién te conteste? ¿Y a cuál de los santos te dirigirás?

2 Porque al tonto la irritación lo matará, y al que es fácilmente atraído el envidiar le dará muerte.

3 Yo mismo he visto al tonto arraigarse, pero de repente empecé a execrar su lugar de habitación.

4 Sus hijos quedan lejos de la salvación, y son aplastados en la puerta sin que haya libertador.

5 Lo que él cosecha, el hambriento se lo come; y hasta de los ganchos del carnicero uno lo toma, y un lazo realmente coge de golpe sus medios de mantenimiento.

6 Porque no del simple polvo sale lo que es perjudicial, y del simple suelo no brota la desgracia.

7 Porque el hombre mismo nace para la desgracia, como las chispas mismas vuelan hacia arriba.

8 Sin embargo, yo mismo acudiría a Dios, y a Dios sometería mi causa,

9 [a] Aquel que hace inescrutables cosas grandes, cosas maravillosas sin número;

10 [a] Aquel que da lluvia sobre la superficie de la tierra y envía aguas sobre los campos rasos;

11 [a] Aquel que pone en lugar alto a los que están bajos, de modo que los que están tristes están bien arriba en salvación;

12 [a] Aquel que frustra las tramas de los sagaces, de modo que las manos de estos no obran con efecto;

13 [a] Aquel que prende a los sabios en su propia astucia, de modo que el consejo de los arteros se precipita;

14 encuentran oscuridad hasta de día, y andan palpando al mediodía como si fuera de noche;

15 y [a] Aquel que salva de la espada procedente de la boca de ellos, y de la mano del fuerte, a un pobre,

16 de modo que para el de condición humilde llega a haber esperanza, pero la injusticia realmente cierra su boca.

17 ¡Mira! ¡Feliz es el hombre a quien Dios censura!; ¡y la disciplina del Todopoderoso no rechaces!

18 Porque él mismo causa dolor, pero venda [la herida]; él hace pedazos, pero sus propias manos ejecutan la curación.

19 En seis angustias te librará; y en siete, nada dañino te tocará.

20 Durante el hambre ciertamente te redimirá de la muerte; y durante la guerra, del poder de una espada.

21 Del látigo de una lengua estarás escondido, y no tendrás miedo del despojo violento cuando venga.

22 Del despojo violento y el hambre te reirás, y a las bestias salvajes de la tierra no tendrás que temer.

23 Porque con las piedras del campo será tu pacto, y a la mismísima bestia salvaje del campo se hará vivir en paz contigo.

24 Y ciertamente conocerás que la paz misma es tu tienda, y de seguro irás a ver tu apacentadero, y nada echarás de menos.

25 Y ciertamente sabrás que tu prole es mucha, y tus descendientes como la vegetación de la tierra.

26 Llegarás en vigor a la sepultura, como cuando las gavillas se amontonan a su tiempo.

27 ¡Mira! Esto es lo que hemos investigado. Así es. Óyelo, y tú... sábelo para ti mismo”.