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JOSUE 11 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Cuando oyó esto Jabín rey de Hazor, envió mensaje a Jobab rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf,

2 y a los reyes que estaban en la región del norte en las montañas, y en el Arabá al sur de Cineret, en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente;

3 y al cananeo que estaba al oriente y al occidente, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al jebuseo en las montañas, y al heveo al pie de Hermón en tierra de Mizpa.

4 Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra.

5 Todos estos reyes se unieron, y vinieron y acamparon unidos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel.

6 Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros quemarás a fuego.

7 Y Josué, y toda la gente de guerra con él, vino de repente contra ellos junto a las aguas de Merom.

8 Y los entregó Jehová en manos de Israel, y los hirieron y los siguieron hasta Sidón la grande y hasta Misrefotmaim, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno.

9 Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado: desjarretó sus caballos, y sus carros quemó a fuego.

10 Y volviendo Josué, tomó en el mismo tiempo a Hazor, y mató a espada a su rey; pues Hazor había sido antes cabeza de todos estos reinos.

11 Y mataron a espada todo cuanto en ella tenía vida, destruyéndolo por completo, sin quedar nada que respirase; y a Hazor pusieron fuego.

12 Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, como Moisés siervo de Jehová lo había mandado.

13 Pero a todas las ciudades que estaban sobre colinas, no las quemó Israel; únicamente a Hazor quemó Josué.

14 Y los hijos de Israel tomaron para sí todo el botín y las bestias de aquellas ciudades; mas a todos los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos, sin dejar alguno con vida.

15 De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.

16 Tomó, pues, Josué toda aquella tierra, las montañas, todo el Neguev, toda la tierra de Gosén, los llanos, el Arabá, las montañas de Israel y sus valles.

17 Desde el monte Halac, que sube hacia Seir, hasta Baal-gad en la llanura del Líbano, a la falda del monte Hermón; tomó asimismo a todos sus reyes, y los hirió y mató.

18 Por mucho tiempo tuvo guerra Josué con estos reyes.

19 No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, salvo los heveos que moraban en Gabaón; todo lo tomaron en guerra.

20 Porque esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, sino que fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado a Moisés.

21 También en aquel tiempo vino Josué y destruyó a los anaceos de los montes de Hebrón, de Debir, de Anab, de todos los montes de Judá y de todos los montes de Israel; Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades.

22 Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat y en Asdod.

23 Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por herencia conforme a su distribución según sus tribus; y la tierra descansó de la guerra.

  X


1 Y aconteció que en cuanto Jabín el rey de Hazor lo oyó, se puso a enviar [un mensaje] a Jobab el rey de Madón y al rey de Simrón y al rey de Acsaf,

2 y a los reyes que estaban al norte en la región montañosa, y en las llanuras desérticas al sur de Kinéret, y en la Sefelá, y en las serranías de Dor, al oeste,

3 a los cananeos al oriente y al oeste, y a los amorreos y a los hititas y a los perizitas y a los jebuseos en la región montañosa y a los heveos al pie de Hermón, en la tierra de Mizpá.

4 De modo que salieron, ellos y todos sus campamentos con ellos, un pueblo tan numeroso como los granos de arena que están a la orilla del mar por multitud, y muchísimos caballos y carros de guerra.

5 Entonces todos estos reyes se reunieron por cita, y vinieron y acamparon juntos cerca de las aguas de Merom para pelear contra Israel.

6 En esto, Jehová dijo a Josué: “No tengas miedo a causa de ellos, porque mañana, como a esta hora, voy a abandonarlos en manos de Israel, todos ellos muertos. Sus caballos los desjarretarás, y sus carros los quemarás en el fuego”.

7 Y Josué, y con él toda la gente de guerra, procedió a ir contra ellos por sorpresa a lo largo de las aguas de Merom, y a caer sobre ellos.

8 Entonces Jehová los dio en mano de Israel, y estos se pusieron a herirlos y perseguirlos hasta la populosa Sidón y Misrefot-maim y la llanura-valle de Mizpé al oriente; y siguieron hiriéndolos hasta no dejar que quedara de ellos un solo sobreviviente.

9 Después de eso Josué les hizo tal como Jehová le había dicho: sus caballos los desjarretó, y sus carros los quemó en el fuego.

10 Más que eso, Josué dio la vuelta en aquel tiempo y tomó a Hazor; y derribó a espada a su rey, porque antes de eso Hazor era la cabeza de todos estos reinos.

11 Y se pusieron a herir a filo de espada a todas las almas que había en ella, dándo[las] por entero a la destrucción. No quedó cosa alguna que respirara, y él quemó a Hazor en el fuego.

12 Y todas las ciudades de estos reyes y a todos sus reyes los tomó Josué y se puso a herirlos a filo de espada. Los dio por entero a la destrucción, tal como Moisés el siervo de Jehová había mandado.

13 Solamente a todas las ciudades situadas sobre sus propios montículos Israel no quemó, salvo que Josué sí quemó a Hazor sola.

14 Y todo el despojo de estas ciudades y los animales domésticos los saquearon para sí los hijos de Israel. Fue solamente a todo el género humano a quienes hirieron a filo de espada hasta que los hubieron aniquilado. No dejaron que quedara ninguno que respirara.

15 Tal como Jehová había mandado a Moisés su siervo, así mandó Moisés a Josué, y así lo hizo Josué. No quitó una palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.

16 Y Josué procedió a tomar toda esta tierra, la región montañosa y todo el Négueb y toda la tierra de Gosén y la Sefelá y el Arabá y la región montañosa de Israel y su Sefelá,

17 desde el monte Halaq, que sube hasta Seír, y hasta Baal-gad en la llanura-valle del Líbano, al pie del monte Hermón, y tomó a todos sus reyes y se puso a herirlos y darles muerte.

18 Muchos días hizo Josué la guerra contra todos estos reyes.

19 Resultó que no hubo ciudad que hiciera la paz con los hijos de Israel, salvo los heveos que habitaban en Gabaón. Todas las demás las tomaron por guerra.

20 Pues resultó ser el proceder de Jehová dejar que se les pusiera terco el corazón, para que declararan guerra contra Israel, a fin de que él los diera por entero a la destrucción, para que no llegaran a recibir consideración favorable, sino para que los aniquilara, tal como Jehová había mandado a Moisés.

21 Además, en aquel tiempo en particular Josué fue y cortó a los anaquim de la región montañosa, de Hebrón, de Debir, de Anab y de toda la región montañosa de Judá y de toda la región montañosa de Israel. Josué los dio por entero a la destrucción junto con sus ciudades.

22 No quedaron anaquim en la tierra de los hijos de Israel. Fue solo en Gaza, en Gat y en Asdod donde quedaron.

23 De modo que Josué tomó toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había prometido a Moisés, y Josué la dio entonces como herencia a Israel según las partes que les correspondían, conforme a sus tribus. Y la tierra no tuvo disturbio de guerra.