Biblia Online

La Palabra de Dios preservada y viva

JUECES 2 Paralela rv60
y tnm

< Anterior

Siguiente >

Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros,

2 con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?

3 Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero.

4 Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.

5 Y llamaron el nombre de aquel lugar Boquim, y ofrecieron allí sacrificios a Jehová.

6 Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para poseerla.

7 Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel.

8 Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años.

9 Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas.

10 Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.

11 Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.

12 Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová.

13 Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.

14 Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos.

15 Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción.

16 Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban;

17 pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así.

18 Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.

19 Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino.

20 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y dijo: Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece a mi voz,

21 tampoco yo volveré más a arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió;

22 para probar con ellas a Israel, si procurarían o no seguir el camino de Jehová, andando en él, como lo siguieron sus padres.

23 Por esto dejó Jehová a aquellas naciones, sin arrojarlas de una vez, y no las entregó en mano de Josué.

  X


1 Entonces el ángel de Jehová subió de Guilgal a Bokim y dijo: “Yo procedí a hacerlos subir de Egipto y a introducirlos en la tierra acerca de la cual juré a sus antepasados. Además, dije yo: ‘Nunca romperé mi pacto con ustedes.

2 Y en cuanto a ustedes, no deben celebrar un pacto con los habitantes de esta tierra. Sus altares los deben demoler’. Pero ustedes no han escuchado mi voz. ¿Por qué han hecho esto?

3 Por lo tanto, yo, a mi vez, he dicho: ‘No los expulsaré de delante de ustedes, y tendrán que llegar a ser lazos para ustedes, y sus dioses les servirán de señuelo’”.

4 Y aconteció que, en cuanto el ángel de Jehová hubo hablado estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo empezó a alzar la voz y llorar.

5 Por eso llamaron aquel lugar por nombre Bokim. Y procedieron a hacer sacrificios allí a Jehová.

6 Cuando Josué despidió al pueblo, entonces los hijos de Israel procedieron a irse, cada cual a su herencia, para tomar posesión de la tierra.

7 Y el pueblo continuó sirviendo a Jehová todos los días de Josué y todos los días de los ancianos que extendieron sus días después de Josué y que habían visto toda la gran obra de Jehová que él había hecho por Israel.

8 Entonces murió Josué hijo de Nun, el siervo de Jehová, a la edad de ciento diez años.

9 De modo que lo enterraron en el territorio de su herencia, en Timnat-heres, en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas.

10 Y toda aquella generación también fue recogida a sus padres, y después de ellos empezó a levantarse otra generación que no conocía a Jehová ni la obra que él había hecho por Israel.

11 Y los hijos de Israel se pusieron a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová, y a servir a los Baales.

12 Así abandonaron a Jehová el Dios de sus padres que los había sacado de la tierra de Egipto, y se pusieron a seguir a otros dioses de entre los dioses de los pueblos que estaban todo en derredor de ellos, y empezaron a inclinarse ante ellos, de modo que ofendieron a Jehová.

13 Así abandonaron a Jehová y se pusieron a servir a Baal y a las imágenes de Astoret.

14 Con esto, la cólera de Jehová se encendió contra Israel, de modo que los dio en manos de los pilladores, y estos empezaron a saquearlos, y él procedió a venderlos en manos de sus enemigos de alrededor, y ya no pudieron mantenerse firmes delante de sus enemigos.

15 Por dondequiera que salían, la mano de Jehová resultaba estar contra ellos para calamidad, tal como había hablado Jehová y tal como les había jurado Jehová; y llegaron a estar en muy grave aprieto.

16 De modo que Jehová levantaba jueces, y estos los salvaban de la mano de sus pilladores.

17 Y ni siquiera a sus jueces escuchaban, sino que tenían ayuntamiento inmoral con otros dioses y se inclinaban ante ellos. Rápidamente se desviaron del camino en que habían andado sus antepasados obedeciendo los mandamientos de Jehová. Estos no hicieron así.

18 Y cuando Jehová sí les levantaba jueces, Jehová resultaba estar con el juez, y él los salvaba de la mano de sus enemigos todos los días del juez; porque Jehová sentía pesar por el gemido de ellos a causa de sus opresores y de los que los trataban a empujones.

19 Y sucedía que, al morir el juez, ellos se volvían y actuaban más ruinosamente que sus padres, andando tras otros dioses para servirles e inclinarse ante ellos. No se abstenían de sus prácticas ni de su comportamiento terco.

20 Por fin la cólera de Jehová se encendió contra Israel, y él dijo: “Por motivo de que esta nación ha traspasado mi pacto que mandé a sus antepasados, y no ha escuchado mi voz,

21 yo también, por mi parte, no volveré a expulsar de delante de ellos ni a una sola nación de las que Josué dejó cuando murió,

22 a fin de probar a Israel mediante ellas, [para ver] si serán personas que guarden el camino de Jehová, andando en él tal como sus padres lo guardaron, o no”.

23 Por consiguiente, Jehová dejó que estas naciones se quedaran, no expulsándolas rápidamente, y no las dio en mano de Josué.