1 ¡Ay de los que solo piensan en el mal, y aun acostados hacen planes malvados!
2 Codician campos, y se apropian de ellos; casas, y de ellas se adueñan.
3 Por tanto, así dice el Señor: «Ahora soy yo el que piensa
4 En aquel día se les hará burla, y se les cantará este lamento:
5 Por eso no tendrán en la asamblea del Señor a nadie que reparta la tierra.
6 Estos profetas me dicen: «¡Deja ya de profetizarnos!
7 Los descendientes de Jacob declaran: «¿Acaso ha perdido el Señor la paciencia?
8 Ayer ustedes eran mi pueblo, pero hoy se han vuelto mis enemigos.
9 A las mujeres de mi pueblo las echan de sus preciadas casas,
10 ¡Levántense! ¡Pónganse en marcha, que este no es un lugar de reposo!
11 Si, con la intención de mentirles, llega algún embustero y les dice:
12 Te aseguro, Jacob, que yo reuniré a todo tu pueblo.
13 El que abre brecha marchará al frente, y también ellos se abrirán camino;