< Anterior |
Siguiente > |
1 Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas.
2 La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.
3 Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo.
4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines.
5 Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.
1 Y Jehová pasó a decirme: “Ve de nuevo, ama a una mujer amada por un compañero y que comete adulterio, como en el caso del amor de Jehová a los hijos de Israel mientras ellos se vuelven a otros dioses y están amando las tortas de pasas”.
2 Y procedí a comprarla para mí por quince [monedas] de plata y una medida de homer de cebada y medio homer de cebada.
3 Entonces le dije: “Por muchos días morarás como mía. No debes cometer fornicación, y no debes llegar a pertenecer a [otro] hombre; y yo también ciertamente seré para ti”.
4 Es porque por muchos días los hijos de Israel morarán sin rey y sin príncipe y sin sacrificio y sin columna y sin efod y terafim.
5 Después los hijos de Israel volverán y ciertamente buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y ciertamente vendrán retemblando a Jehová y a su bondad en la parte final de los días.