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RUT 1 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.

2 El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí.

3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,

4 los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años.

5 Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.

6 Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.

7 Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá.

8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.

9 Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron,

10 y le dijeron: Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo.

11 Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos?

12 Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos,

13 ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.

14 Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella.

15 Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.

16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.

17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.

18 Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.

19 Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?

20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.

21 Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?

22 Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.

  X


1 Ahora bien, aconteció en los días en que los jueces administraban justicia que surgió un hambre en el país, y un hombre procedió a ir de Belén de Judá a residir como forastero en los campos de Moab, él con su esposa y sus dos hijos.

2 Y el nombre del hombre era Elimélec, y el nombre de su esposa Noemí, y los nombres de sus dos hijos eran Mahlón y Kilión, efrateos de Belén de Judá. Por fin estos llegaron a los campos de Moab y continuaron allí.

3 Andando el tiempo, murió Elimélec el esposo de Noemí, de manera que ella quedó con sus dos hijos.

4 Más tarde los hombres tomaron para sí esposas, mujeres moabitas. El nombre de una era Orpá, y Rut el nombre de la otra. Y siguieron morando allá por unos diez años.

5 Con el tiempo, ellos dos, Mahlón y Kilión, también murieron, de modo que la mujer quedó sin sus dos hijos y sin su esposo.

6 Y procedió a levantarse con sus nueras y a volver de los campos de Moab, porque en el campo de Moab había oído que Jehová había dirigido su atención a su pueblo y le había dado pan.

7 Y emprendió su salida del lugar donde había continuado, y sus dos nueras estaban con ella, y siguieron andando en el camino para volver a la tierra de Judá.

8 Por fin Noemí dijo a sus dos nueras: “Anden, vuélvanse, cada una a la casa de su madre. Que Jehová ejerza bondad amorosa para con ustedes, así como ustedes la han ejercido para con los hombres ya muertos y para conmigo.

9 Que Jehová les haga una dádiva, y de veras hallen un lugar de descanso, cada cual en la casa de su esposo”. Entonces las besó, y ellas se pusieron a alzar la voz y llorar.

10 Y siguieron diciéndole: “No, sino que contigo volveremos a tu pueblo”.

11 Pero Noemí dijo: “Vuélvanse, hijas mías. ¿Por qué deben ir conmigo? ¿Tengo yo todavía hijos en mis entrañas, y tendrán ellos que llegar a ser sus esposos?

12 Vuélvanse, hijas mías, anden, porque yo me he hecho demasiado vieja para llegar a pertenecer a un esposo. Si hubiera dicho que tuviera esperanza también de que en realidad hubiera de llegar a ser de un esposo esta noche y que también ciertamente hubiera de dar a luz hijos,

13 ¿se quedarían ustedes esperándolos hasta que pudieran crecer? ¿Se mantendrían ustedes recluidas por ellos para no llegar a ser de un esposo? No, hijas mías, porque a causa de ustedes me es muy amargo el que la mano de Jehová haya salido contra mí”.

14 Ante eso, ellas alzaron la voz y lloraron de nuevo, después de lo cual Orpá besó a su suegra. En cuanto a Rut, se adhirió a ella.

15 Así que ella dijo: “¡Mira! Tu concuñada enviudada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses. Vuélvete con tu concuñada enviudada”.

16 Y Rut procedió a decir: “No me instes con ruegos a que te abandone, a que me vuelva de acompañarte; porque a donde tú vayas yo iré, y donde tú pases la noche yo pasaré la noche. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.

17 Donde mueras tú, yo moriré, y allí es donde seré enterrada. Que Jehová me haga así y añada a ello si cosa alguna aparte de la muerte hiciera una separación entre tú y yo”.

18 Cuando ella llegó a ver que persistía en ir con ella, entonces dejó de hablarle.

19 Y ambas siguieron adelante hasta que llegaron a Belén. Y aconteció que, en cuanto llegaron a Belén, toda la ciudad se conmovió a causa de ellas, y las mujeres seguían diciendo: “¿Es esta Noemí?”.

20 Y ella decía a las mujeres: “No me llamen Noemí. Llámenme Mará, porque el Todopoderoso me ha hecho muy amarga [la situación].

21 Estaba llena cuando me fui, y con las manos vacías Jehová me ha hecho volver. ¿Por qué deben llamarme Noemí, cuando es Jehová quien me ha humillado, y el Todopoderoso quien me ha causado calamidad?”.

22 Así efectuó Noemí su regreso, y Rut la moabita, su nuera, estaba con ella cuando volvió de los campos de Moab; y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.