< Anterior |
Siguiente > |
1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.
4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
9 Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar,
10 Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.
11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.
19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.
20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre.
21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me enardezco contra tus enemigos?
22 Los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos.
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
1 (Para el director. De David. Melodía.)par Oh Jehová, tú me has escudriñado completamente, y [me] conoces.
2 Tú mismo has llegado a conocer mi sentarme y mi levantarme. Has considerado mi pensamiento desde lejos.
3 Mi viajar y mi yacer tendido has medido, y te has familiarizado hasta con todos mis caminos.
4 Pues no hay una sola palabra en mi lengua, cuando, ¡mira!, oh Jehová, tú ya lo sabes todo.
5 Detrás y delante, me has sitiado; y pones tu mano sobre mí.
6 [Tal] conocimiento es demasiado maravilloso para mí. Tan alto es, que yo no puedo alcanzarlo.
7 ¿Adónde puedo irme de tu espíritu, y adónde puedo huir de tu rostro?
8 Si ascendiera al cielo, allí estarías; y si tendiera mi lecho en el Seol, ¡mira!, tú [estarías allí].
9 Si tomara las alas del alba, para poder residir en el mar más remoto,
10 allí, también, tu propia mano me guiaría y tu diestra me asiría.
11 Y si yo dijera: “¡De seguro la oscuridad misma prestamente se apoderará de mí!”, entonces la noche sería luz en torno a mí.
12 Aun la oscuridad misma no resultaría demasiado oscura para ti, sino que la noche misma brillaría tal como lo hace el día; lo mismo daría que la oscuridad fuera luz.
13 Porque tú mismo produjiste mis riñones; me tuviste cubierto en resguardo en el vientre de mi madre.
14 Te elogiaré porque de manera que inspira temor estoy maravillosamente hecho. Tus obras son maravillosas, como muy bien percibe mi alma.
15 Mis huesos no estuvieron escondidos de ti cuando fui hecho en secreto, cuando fui tejido en las partes más bajas de la tierra.
16 Tus ojos vieron hasta mi embrión, y en tu libro todas sus partes estaban escritas, respecto a los días en que fueron formadas y todavía no había una entre ellas.
17 Así es que, para mí, ¡cuán preciosos son tus pensamientos! Oh Dios, ¡hasta cuánto llega la gran suma de ellos!
18 Si yo tratara de contarlos, son más que hasta los granos de arena. He despertado, y sin embargo todavía estoy contigo.
19 ¡Oh, que tú, oh Dios, mataras al inicuo! Entonces hasta los hombres culpables de sangre ciertamente se apartarán de mí,
20 los que dicen cosas acerca de ti conforme a [su] idea; han tomado [tu nombre] de manera indigna... tus adversarios.
21 ¿No odio yo a los que te odian intensamente, oh Jehová, y no me dan asco los que se sublevan contra ti?
22 De veras los odio con un odio completo. Han llegado a ser para mí verdaderos enemigos.
23 Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes,
24 y ve si hay en mí algún camino doloroso, Y guíame en el camino de tiempo indefinido.