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SALMOS 37 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

2 Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán.

3 Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.

4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.

5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

6 Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.

7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.

8 Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.

9 Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.

10 Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí.

11 Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz.

12 Maquina el impío contra el justo, Y cruje contra él sus dientes;

13 El Señor se reirá de él; Porque ve que viene su día.

14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco, Para derribar al pobre y al menesteroso, Para matar a los de recto proceder.

15 Su espada entrará en su mismo corazón, Y su arco será quebrado.

16 Mejor es lo poco del justo, Que las riquezas de muchos pecadores.

17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados; Mas el que sostiene a los justos es Jehová.

18 Conoce Jehová los días de los perfectos, Y la heredad de ellos será para siempre.

19 No serán avergonzados en el mal tiempo, Y en los días de hambre serán saciados.

20 Mas los impíos perecerán, Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros Serán consumidos; se disiparán como el humo.

21 El impío toma prestado, y no paga; Mas el justo tiene misericordia, y da.

22 Porque los benditos de él heredarán la tierra; Y los malditos de él serán destruidos.

23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino.

24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano.

25 Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan.

26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición.

27 Apártate del mal, y haz el bien, Y vivirás para siempre.

28 Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos será destruida.

29 Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella.

30 La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua habla justicia.

31 La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán.

32 Acecha el impío al justo, Y procura matarlo.

33 Jehová no lo dejará en sus manos, Ni lo condenará cuando le juzgaren.

34 Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra; Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.

35 Vi yo al impío sumamente enaltecido, Y que se extendía como laurel verde.

36 Pero él pasó, y he aquí ya no estaba; Lo busqué, y no fue hallado.

37 Considera al íntegro, y mira al justo; Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.

38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos; La posteridad de los impíos será extinguida.

39 Pero la salvación de los justos es de Jehová, Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.

40 Jehová los ayudará y los librará; Los libertará de los impíos, y los salvará, Por cuanto en él esperaron.

  X


1 No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias;

2 porque pronto se marchitan, como la hierba; pronto se secan, como el verdor del pasto.

3 Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel.

4 Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.

5 Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará.

6 Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía.

7 Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia;

8 Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal.

9 Porque los impíos serán exterminados, pero los que esperan en el Señor heredarán la tierra.

10 Dentro de poco los malvados dejarán de existir; por más que los busques, no los encontrarás.

11 Pero los desposeídos heredarán la tierra y disfrutarán de gran bienestar.

12 Los malvados conspiran contra los justos y crujen los dientes contra ellos;

13 pero el Señor se ríe de los malvados, pues sabe que les llegará su hora.

14 Los malvados sacan la espada y tensan el arco para abatir al pobre y al necesitado,

15 Pero su propia espada les atravesará el corazón, y su arco quedará hecho pedazos.

16 Más vale lo poco de un justo que lo mucho de innumerables malvados;

17 porque el brazo de los impíos será quebrado, pero el Señor sostendrá a los justos.

18 El Señor protege la vida de los íntegros, y su herencia perdura por siempre.

19 En tiempos difíciles serán prosperados; en épocas de hambre tendrán abundancia.

20 Los malvados, los enemigos del Señor, acabarán por ser destruidos;

21 Los malvados piden prestado y no pagan, pero los justos dan con generosidad.

22 Los benditos del Señor heredarán la tierra, pero los que él maldice serán destruidos.

23 El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir;

24 podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano.

25 He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria,

26 Prestan siempre con generosidad; sus hijos son una bendición.

27 Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás dónde vivir.

28 Porque el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles.

29 Los justos heredarán la tierra, y por siempre vivirán en ella.

30 La boca del justo imparte sabiduría, y su lengua emite justicia.

31 La ley de Dios está en su corazón, y sus pies jamás resbalan.

32 Los malvados acechan a los justos con la intención de matarlos,

33 pero el Señor no los dejará caer en sus manos ni permitirá que los condenen en el juicio.

34 Pero tú, espera en el Señor, y vive según su voluntad,

35 He visto al déspota y malvado extenderse como cedro frondoso.

36 Pero pasó al olvido y dejó de existir; lo busqué, y ya no pude encontrarlo.

37 Observa a los que son íntegros y rectos: hay porvenir para quien busca la paz.

38 Pero todos los pecadores serán destruidos; el porvenir de los malvados será el exterminio.

39 La salvación de los justos viene del Señor; él es su fortaleza en tiempos de angustia.

40 El Señor los ayuda y los libra; los libra de los malvados y los salva,