< Anterior |
Siguiente > |
1 Jehová, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues en tu ira.
2 Porque tus saetas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano.
3 Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.
4 Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí.
5 Hieden y supuran mis llagas, A causa de mi locura.
6 Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día.
7 Porque mis lomos están llenos de ardor, Y nada hay sano en mi carne.
8 Estoy debilitado y molido en gran manera; Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.
9 Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto.
10 Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya.
11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis cercanos se han alejado.
12 Los que buscan mi vida arman lazos, Y los que procuran mi mal hablan iniquidades, Y meditan fraudes todo el día.
13 Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca.
14 Soy, pues, como un hombre que no oye, Y en cuya boca no hay reprensiones.
15 Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío.
16 Dije: No se alegren de mí; Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.
17 Pero yo estoy a punto de caer, Y mi dolor está delante de mí continuamente.
18 Por tanto, confesaré mi maldad, Y me contristaré por mi pecado.
19 Porque mis enemigos están vivos y fuertes, Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.
20 Los que pagan mal por bien Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
21 No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí.
22 Apresúrate a ayudarme, Oh Señor, mi salvación.
1 Señor, no me reprendas en tu enojo ni me castigues en tu ira.
2 Porque tus flechas me han atravesado, y sobre mí ha caído tu mano.
3 Por causa de tu indignación no hay nada sano en mi cuerpo;
4 Mis maldades me abruman, son una carga demasiado pesada.
5 Por causa de mi insensatez mis llagas hieden y supuran.
6 Estoy agobiado, del todo abatido; todo el día ando acongojado.
7 Estoy ardiendo de fiebre; no hay nada sano en mi cuerpo.
8 Me siento débil, completamente deshecho; mi corazón gime angustiado.
9 Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos.
10 Late mi corazón con violencia, las fuerzas me abandonan,
11 Mis amigos y vecinos se apartan de mis llagas; mis parientes se mantienen a distancia.
12 Tienden sus trampas los que quieren matarme; maquinan mi ruina los que buscan mi mal
13 Pero yo me hago el sordo, y no los escucho; me hago el mudo, y no les respondo.
14 Soy como los que no oyen ni pueden defenderse.
15 Yo, Señor, espero en ti; tú, Señor y Dios mío, serás quien responda.
16 Tan solo pido que no se burlen de mí, que no se crean superiores si resbalo.
17 Estoy por desfallecer; el dolor no me deja un solo instante.
18 Voy a confesar mi iniquidad, pues mi pecado me angustia.
19 Muchos son mis enemigos gratuitos; abundan los que me odian sin motivo.
20 Por hacer el bien, me pagan con el mal; por procurar lo bueno, se ponen en mi contra.
21 Señor, no me abandones; Dios mío, no te alejes de mí.
22 Señor de mi salvación, ¡ven pronto en mi ayuda!