“ Pero me dijo: ‘¡Mira! Estarás encinta y ciertamente darás a luz un hijo. Y ahora no bebas vino ni licor embriagante, y no comas ninguna cosa inmunda, porque nazareo de Dios es lo que el niño llegará a ser desde que salga del vientre hasta el día de su muerte’”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)