“ Por consiguiente, él devolvió las mil cien piezas de plata a su madre; y su madre pasó a decir: “Sin falta tengo que santificar la plata a Jehová de mi mano por mi hijo, para hacer una imagen tallada y una estatua fundida; y ahora te la devolveré”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)